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Me lo dijo un pajarito

agosto 18, 2008

Orgullo

Las fuerzas dominantes de la cultura mexicana dicen que debemos sentir orgullo porque Paola Espinoza y Tatiana Ortiz (más los que se acumulen) ganaron medallas en los Juegos Olímpicos de Pekín. (Me he vuelto más tolerante: puede usar "Beijing", pero no intente convencerme de que "Beijing" es mejor que "Pekín".) Si usted viene de otro país cuya delegación ganó medallas, en su país debe pasar lo mismo. ¿Deberíamos? ¿Qué motivos hay para que yo me sienta orgulloso de las medallas de mi delegación nacional?

Con su permiso, voy a pontificar.

Uno

¿Qué es el orgullo? Es lo que uno siente después de resolver un problema difícil, después de terminar un nivel escolar, después de salvar una vida o después de hacer un trabajo bien hecho. Entendemos "orgullo" como la satisfacción hacia nosotros mismos por las cosas buenas que hacemos bien. También parece legítimo sentir orgullo por los logros de los seres queridos: me siento orgulloso de mi hermano que obtuvo un doctorado, de mi padre que inventó una máquina, o de mi amiga la paramédica. En cierto modo, creemos que influimos o ayudamos de alguna manera para que ellos hagan esas cosas. El orgullo parece más fundado hacia los hijos: después de todo, nosotros los hicimos, en todos los sentidos. Sin nosotros el resultado habría sido diferente, tal vez no hubiera ocurrido.

Lo que no parece legítimo es sentirse orgulloso de los logros ajenos que no están relacionados con nuestros esfuerzos. Su vecino gana un torneo de boliche. A lo mejor usted sabía que jugaba boliche, y alguna vez le comentó que él y otras personas hicieron un equipo y entraron a un torneo. Cuando llegó a su casa con el diploma y las fotos con el trofeo posiblemente lo felicite, y lo haga con sinceridad, pero no se sentirá orgulloso de él. Usted no hizo nada para ayudarle a ganar el torneo, si acaso le dijo "ah, buena suerte" como cortesía, pero nada más. Ese logro podrá no ser exclusivo de su vecino, pero ciertamente no es suyo.

Otra fuente ilegítima de orgullo es la que se podría sentir por "logros" de los que nadie es responsable, esto es, de las cosas que ocurren por casualidad. De elementos activos en las acciones motivo de orgullo pasamos a ser elementos pasivos en las casualidades. Cuando nos encontramos dinero en la calle, nosotros no somos el factor determinante: fue un evento aleatorio el que determinó que a alguien se le cayera el dinero en ese lugar. Tampoco somos el elemento determinante cuando cae una tormenta justo después de cerrar la puerta de la casa. Uno no se enorgullece de encontrarse dinero o de entrar a la casa justo antes de la tormenta.

Dos

¿Se siente usted orgulloso de su nacionalidad, de la historia y de los símbolos que le dan identidad a su país? La respuesta más probable es que sí.

Pero la inmensa mayoría de la gente no escoge su nacionalidad. Uno sólo nace en un país cualquiera, o tiene padres originarios de un país cualquiera, y en la mayoría de las leyes nada más por eso uno ya tiene la nacionalidad de ese país. O, si se trata de alguien con nacionalidad múltiple, es muy probable que una de sus nacionalidades la haya obtenido sin hacer nada. La nacionalidad es una de las cosas más fáciles del mundo. La nacionalidad de la mayoría de la gente es uno de 200 resultados posibles de un hecho absolutamente casual, como absolutamente casual es la existencia de todos nosotros.

Pero usted podrá decir que más que de la nacionalidad en sí, uno se enorgullece de la historia, símbolos y valores compartidos detrás de esa nacionalidad. Eso es una forma más larga de lo mismo: uno no elige ni el país, ni la sociedad en la que va a nacer, ni tampoco a sus símbolos. La historia, los valores y la identidad nacional no fueron creadas por usted (y por lo tanto no debería sentir orgullo por ello): simplemente ahí estaban cuando nació, se las metieron en la casa, en la escuela, en la calle, en el puesto de revistas y en la pantalla, y se convirtieron en parte de su identidad. La mayoría de la gente las vive y conserva porque no le queda de otra, porque no conoce otra cosa.

Y como la nacionalidad es casual, sentir orgullo por ella no es legítimo. En cambio, defender y construir voluntariamente los valores y la cultura de la nación sí puede ser un motivo de orgullo. Simón Bolívar, Benito Juárez, Mustafá Kemal, Charles de Gaulle, Mohandas Gandhi, Nelson Mandela y otros próceres exitosos debieron sentir orgullo por la forma en como transformaron a sus naciones.

Esa etiqueta nacional no es exclusiva: la compartimos con muchas personas. Esa etiqueta nos sirve como marca de identidad grupal, para hacer un Nosotros (los que tenemos la misma etiqueta nacional) y un Ellos (todos los demás), y hay que defender y estar orgullosos por todo lo que es de Nosotros, porque Nosotros somos mejores que Ellos. (No importa que esa etiqueta nacional que tanto se defiende muchas veces choque con etiquetas regionales, igualmente casuales. Viva México cabrones, pero hay que hacer patria y matar a un chilango.)

Pero así como esa etiqueta nos tocó por casualidad, todas las otras personas tienen esa misma etiqueta por casualidad. Esa etiqueta absolutamente casual es la única justificación para que Nosotros tengamos que sentirnos orgullosos de los logros de los notables que comparten nuestra misma etiqueta. Es una justificación bastante pobre. Muy poca gente influyó en los logros de esos notables; toda la gente que construyó los valores nacionales que pudieron estar reflejados en esos logros ya está muerta (y los muertos no sienten orgullo); los notables decidieron ser notables porque algún principio fundamental de su personalidad así lo exigió.

Tres

En un mundo donde las guerras de verdad son cada vez más inviables, los eventos deportivos internacionales como el Mundial de Futbol y los Juegos Olímpicos se han convertido en escaparates de las capacidades nacionales. Hay quien se llena la boca de palabras dulces y solemnes de universalidad, igualdad, paz, armonía, competir por el afán de ser mejores. Yo digo que esas son patrañas. Los desfiles de las delegaciones, las banderas e himnos nacionales en los podios y el medallero organizado por países muestran que la Olimpiada se trata de nacionalismo puro y duro, de Nosotros contra Ellos. Las grandes potencias y uno que otro país pequeño pero controversial buscan mostrar la superioridad de sus sociedades a través de la superioridad de sus deportistas. Y los países marginales ven en sus medallistas una muestra de que ellos también pueden ponerse al tú por tú con las potencias; de que a pesar de todo, Nosotros somos mejores que Ellos.

La mayoría de los países destinan algún porcentaje de sus recursos a sus atletas. Construyen centros deportivos, otorgan becas a los atletas destacados, compran equipo y pagan entrenadores. Parte de este dinero sale de los impuestos que los ciudadanos del país pagan a su gobierno central. Ese dinero es el único vínculo causal entre la gente común y la bonita medalla o trofeo del atleta destacado de su país: ese porcentaje de sus impuestos es la única influencia que usted ejerció para que el atleta destacara entre los demás.

Pero igual que usted no elige su nacionalidad, ni a los atletas de su país, tampoco elige pagar impuestos. Por alguna razón de teoría política fuera del alcance de este ensayo, pero que está relacionada con la etiqueta aleatoria de su nacionalidad, usted debe pagar impuestos. Igualmente, usted no elige directamente el porcentaje de impuestos que debe destinarse al deporte. Tal vez usted ni siquiera apoye al deporte y prefiera más dinero en la seguridad social, la industria de alta tecnología, las bellas artes o la protección ambiental. A lo mucho podrá contactar a su senador o diputado o como se llame en su país diciendo que quiere tal cantidad de dinero para apoyar a tal deporte. Pero puede que no le haga caso. O que otros representantes no estén de acuerdo y decidan otra cosa. Para fines prácticos, la influencia voluntaria y real de las personas sobre los logros de los atletas de su país es nula: involuntaria, mínima y casual. (Los parientes, amigos y compañeros sí tienen influencia. Pero no todos somos parientes, amigos o compañeros de atletas olímpicos.)

Cuatro

Y llegamos al meollo del asunto.

Los logros de los atletas y la única conexión entre ellos y nosotros entran de lleno en la categoría de "cosas que no hice yo": son acciones hechas por otras personas, con las que no tenemos nada que ver, por motivos completamente ajenos a nuestra voluntad. A menos que usted sea un pariente de Paola o Tatiana, o esté en el equipo de entrenadores o sea compañero de competencias, su única colaboración fue algún dinero perdido en el presupuesto, y su única relación es estar bajo la jurisdicción del mismo gobierno. Ni yo ni ellos eligimos ser mexicanos (igual pudimos ser barbadianos o tunecinos), ni nadie excepto los mismos atletas decidió que debían representar al país. Ellos decidieron que querían ser los mejores en sus deportes, y trabajaron duro para lograrlo. Y lo hicieron sin que ni usted ni yo estuviéramos conscientes de su existencia, y viceversa.

Ni hablemos de lo que el país, esa abstracción que creó a Nosotros, ha hecho para apoyarlos. Al menos en México, nunca pasa una Olimpiada sin que nos enteremos de verdaderas historias de terror. Los Juegos pekineses no son la excepción: está el enésimo escándalo con los uniformes de Atlética que casi deja fuera al equipo nacional de volibol de playa. Aparte de llevarlos, los organismos de fomento deportivo del gobierno no han hecho prácticamente nada por ellos. Nosotros como sociedad menos.

Yo no me siento orgulloso por las medallas de la delegación olímpica. No me siento orgulloso porque yo no hice nada para que Paola, Tatiana y los que estuvieron antes subieran al podio. No siento orgullo porque no merezco sentir orgullo por ellos.

agosto 12, 2008

Cadena: agujas para el derrame cerebral

Ya comenzaron los Juegos Olímpicos de Pekín (y si alguien escribe "Beijing" en su comentario, lo borro) y China se puso de moda, así que vamos a discutir una cadenita con un supuesto consejo de la medicina tradicional china.

Aguja salvadora!

Una aguja puede salvar la vida de alguien con comienzo de ACV. (derrame cerebral)

Vale la pena 2 minutos de lectura.

Una aguja puede salvar la vida de un paciente con principios de derrame… Dicho por un profesor chino. Guarda una jeringuilla o una aguja de coser para hacer esto - es un método no convencional para recuperar a alguien de un derrame cerebral.

Cuando vea que alguien es víctima de un derrame, manténgase calmado. Independientemente de donde esté la víctima, no la mueva del lugar.

Cuando sucede el derrame, las venas capilares en el cerebro van gradualmente rompiéndose.

Si mueven a la persona las venas capilares se van a romper. Si tiene en su casa una jeringuilla mejor. Si no tiene, puede utilizar una aguja de costura o un alfiler.

1. Caliente la punta de la aguja para esterilizarla y más adelante de un pinchazo en todos los dedos de las manos del paciente.
2. No hay puntos específicos en los dedos para acupuntura, sino que puede pinchar a 1 milímetrocerca de la uña.
3. Pinche hasta que la sangre a comience a salir.
4. Si la sangre no comenzara a salir, entonces presione con los dedos.
5. Cuando todos los dedos comienzan a sangrar, espere algunos minutos y empiece a friccionar los lóbulos de las orejas del paciente hasta que se pongan rojos.
6. Pinche cada uno de los lóbulos de los oídos hasta que empiece a salir una gota de sangre de cada lóbulo.

Después de algunos minutos la persona comenzará a recuperar las facultades. Espere hasta que recupere el estado normal y llévele para el hospital. Si es conducido apresuradamente para el hospital, el viaje turbulento va a hacer que los vasos capilares del cerebro se rompan.

Aprendí a sacar gotas de sangre para salvar vidas a través de un doctor de medicina tradicional de la China. Se llama Ho Bu Ting. Tenía experiencia práctica en el tema y puedo más adelante decir que este método es el 100% eficiente.

En 1979, siendo profesora de la Universidad de Fung Gaap en Tai Chungkin, una tarde, un profesor de otra aula, entró corriendo a mi sitio y me dijo: 'señora Liu, venga rápidamente, nuestro supervisor tenía un derrame!'

Corrí inmediatamente hasta donde se encontraba el Sr. Chen Fu Tien quien estaba pálido, su hablar eran sólo susurros, la boca la tenía torcida - síntomas de un derrame. Pedí inmediatamente a uno de los estudiantes ir a una farmacia a comprar una jeringuilla, y empecé a pinchar al Sr. Chen en todos los dedos. Cuando todos los dedos estaban sangrando (cada uno de los dedos con una gota de sangre del tamaño de un guisante), el Sr. Chen comenzó a recuperar su color.

Pero la boca continuaba torcida. Entonces, tiré de los lóbulos de los oídos de él por completo para que aflore la sangre. Cuando los oídos de él habían comenzado a ponerse rojos, pinché el lóbulo del oído derecho por 2 veces para que empiece a salir sangre, dos gotas y más adelante el lóbulo el oído izquierdo. Dentro de 3 y 5 minutos la forma de la boca se volvió normal y su manera de hablar llegó a estar clara.

Lo dejamos descansar un poco y luego lo llevamos para el hospital. Estuvo en reposo por una noche y al día siguiente le habían dado de alta y pudo regresar a su aula.

Todo funcionó normalmente. No apareció ninguna enfermedad derivada de los primeros auxilios que le fueron aplicados. Por otra parte, las víctimas de derrame sufren normalmente daños irremediables en los vasos capilares del cerebro durante el traslado para el hospital.

Como resultado, estas víctimas nunca se recuperan.

Por lo tanto, el derrame cerebral es la segunda causa más grande de muerte. Los que tenga suerte pueden sobrevivir, solamente que ellos pueden quedar paralíticos para toda la vida. Cosa horrible de suceder en la vida de alguien.

Envían este email después de leerlo.

Usted puede salvar a alguien al tener un derrame.

Guau. No necesita saber acupuntura, qué alegría.

La cadena está llena de nombres. Casi todos aparecen sólo en copias y traducciones de la cadena, lo que es una señal característica de las cadenas falsas. Una excepción es "Tai Chungkin", que puede referirse a Taichung (T'ai-chung, Taizhong o Taijhong), la tercera ciudad más grande de Taiwán. No pude encontrar una universidad Fung Gaap o parecida en Taichung. Pero sin saber mandarín, ni el esquema de transliteración usado en la cadena, no puedo saber si todos los nombres son inventados (otro punto a favor de la falsedad de la cadena). Pero la historieta puede tener algo de cierto, así que veamos qué pasa con los derrames cerebrales.

Derrames cerebrales

Lo que comúnmente se conoce como "derrame cerebral" tiene el nombre médico de enfermedad o accidente cerebral vascular o cerebrovascular. También se conoce como ictus o ataque cerebral. Este padecimiento en realidad son dos, según su causa inmediata. Uno es el accidente isquémico, también conocido como infarto cerebral, ocurre cuando una arteria que irriga al cerebro se tapa (por un coágulo, grasa o calcio) y deja de llegar sangre, oxígeno y nutrientes al tejido cerebral. En consecuencia, las neuronas comienzan a morirse, el tejido se daña y viene el caos. El accidente isquémico representa alrededor del 80% de casos de enfermedades cerebrovasculares.

El otro es el accidente hemorrágico y es el derrame cerebral propiamente dicho. En este caso, una arteria se revienta (por debilitamiento de las arterias producido por hipertensión o defectos congénitos), comienza a derramar sangre por el tejido cerebral y además de interrumpir el flujo sanguíneo normal, altera el entorno químico de las neuronas, y en casos graves aumenta la presión dentro del cerebro: la sangre comienza a empujar, aplastar y destruir el tejido cerebral, y viene el caos. Una forma especialmente nefasta de accidente hemorrágico es la hemorragia subaracnoidea, que ocurre en el espacio subaracnoide, la capa justo por encima del cerebro llena de fluido. Si un vaso sanguíneo se revienta ahí, se expande por toda la superficie del cerebro y puede lesionar todo el cerebro, ocasionando la muerte en un tercio de los casos.

Hay un tercer tipo de padecimiento vascular: el accidente isquémico transitorio. Como su nombre lo dice, es igual al accidente isquémico: el cerebro deja de recibir sangre, comienza a morirse y viene el caos, pero nomás por un momento, entre 2 y 30 minutos. Después de esto, el cerebro vuelve a recibir sangre, se reestablece la función cerebral y aparentemente todo vuelve a la normalidad, pero los accidentes isquémicos transitorios están asociados a riesgos mayores de padecer un accidente isquémico permanente.

Como en todos estos accidentes el tejido cerebral se muere, los síntomas son los mismos: parálisis, adormecimiento o debilidad en la cara o los miembros (muchas veces de un solo lado), confusión, dificultad para comunicarse, dificultad para caminar, pérdida del equilibrio, disminución de la visión en uno o ambos ojos y dolor de cabeza súbito.

El derrame cerebral en la cadena

La descripción médica no cuadra bien con lo que dice la cadena de que durante un derrame cerebral los capilares del cerebro se rompen. En ninguna de las fuentes que consulté aparece una descripción de los capilares después de un ataque cerebrovascular, así que puede que no pase nada importante. En realidad no tiene mucho sentido: si por zangolotear a alguien se rompen los vasos capilares, habría una incidencia mucho mayor de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos (yo creo que los individuos propensos a derrames por movimientos bruscos hace mucho habrían salido de la pila genética).

La cadena no explica cómo se supone que la técnica de pinchar los dedos y luego los lóbulos de las orejas funciona. Si el chiste es "bajar" el nivel de sangre en el cerebro, el método está condenado al fracaso en el 80% de casos de ictus isquémico, donde el problema es que la sangre no llega. Posiblemente sea como querer aliviar el tráfico en el centro de una ciudad poniendo una vía rápida en un suburbio. Mucho menos se explica el porqué de la elección de los dedos de las manos y los lóbulos de las orejas. ¿Por qué no la nuca o las sienes, si el problema está en la cabeza? Por último, el método tiene cierto tufo mágico. Una técnica parecida era practicada hace mucho por los médicos de Europa. Le decían sangría y lo único que hacían era matar al paciente más rápido.

A estas alturas no tiene mucho caso explicar la anécdota, que de hecho resulta factible. La parálisis facial y la dificultad para hablar del señor Chen efectivamente pueden ser síntomas de una enfermedad cerebral vascular, aunque la palidez es un poco menos explicable. El señor Chen, si existió, pudo tener un accidente isquémico transitorio, si lo tuvo, y por eso se recuperó a los pocos minutos.

Historia de la cadena

Según Snopes y la página de leyendas urbanas en About.com, la versión original de esta cadena comenzó a circular en inglés hacia 2003. Ambos sitios confirman que esa técnica no sirve, y que la información médica de la cadena es incorrecta, pero como siempre la cadena siguió circulando. En español, esta cadena parece tener menos de tres meses de existencia. Es fácil rastrearla porque el nombre del supuesto curandero (porque eso es, por muy "doctor" que se presente), "Ho Bu Ting", sólo aparece en cadenas en español. Las versiones en inglés dicen que el curandero se llama "Ha Bu Ting", nombre que aparece en unas pocas cadenas en español. También encontré traducciones al portugués (tan recientes como la española) y al vietnamita (del 2007).

¿Qué hacer ante un ataque cerebral?

Los primeros auxilios para ataques cerebrales consisten en agarrar el teléfono, marcar el número de emergencias y esperar a que llegue la ambulancia. Contrario a lo que dice la cadena, la atención médica profesional es determinante para la supervivencia y recuperación de los afectados por derrames cerebrales. Los pronósticos son muy buenos si el tratamiento se aplica durante las tres horas posteriores.

La mayoría de las cadenas que se han revisado en este espacio son historias absolutamente falsas e inverosímiles, y sus consejos son demasiado obvios y conocidos. Esas cadenas son malas porque saturan el sistema de correo electrónico, fortalecen a los spammers, quitan tiempo valioso y erosionan la capacidad crítica, pero al menos no lastimaban a nadie. Esta cadena en especial es diferente. Es mala y odiosa porque aconseja algo que puede resultar dañino por omisión. Diez minutos que gastas esterilizando agujas y picando dedos son diez minutos de destrucción cerebral, diez minutos en los que se cierra la ventana de oportunidad para recuperarse de la enfermedad cerebral vascular, diez minutos hacia la invalidez y la muerte.

La exaltación del rumor anónimo por encima del consejo experto es peligrosa. Diga no a las cadenas de correo electrónico.

Referencias sobre ataques cerebrovasculares

Están ordenadas más o menos siguiendo el grado de autoridad y complejidad. En caso de duda, consulte a su médico.

agosto 04, 2008

El Circo del Absurdo no. 5, y cambios en la JREF

Hoy es primer lunes de mes, así que toca Circo del Absurdo. Esta vez le tocó a TheJab en Tiburcia y TheJab. Esta función / edición es la más extensa hasta la fecha en cuanto a entradas (y creo que también en cuanto a participantes, no los he contado) y es casi como un esquema de publicación: "editoriales", contenidos principales y chistes. Cabe mencionar que el blog del Jab tiene una audiencia algo más plural (y menos friqui, jo) que la de los otros participantes, así que puede haber reacciones interesantes.

La siguiente edición será el 1 de septiembre en Ahuramazdah. Es también el último en la cola de anfitriones y el Circo necesita más: no quisiera repetir anfitrión el primer año. Si quiere hospedar una función del Circo, escríbame (lectores de feeds: la información está en el blog) indicando la dirección del blog y la dirección de correo en la que va a recibir entradas.

Más carnavales

Noticia de última hora

Bobos del mundo, tomen nota: los hecécticos ruines, insensibles, depravados y comeniños tenemos a un nuevo Señor del Mal. Phil Plait, mejor conocido como The Bad Astronomer, es el nuevo presidente de la James Randi Educational Foundation. ControlZape traduce la entrada de Plait.