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Me lo dijo un pajarito

julio 10, 2006

Roberto Oscoy: medicina holística en La Jornada

Previo:
Quiero darle las gracias a Gerardo (a) Erat Hora y a Kix por aguantarme toda esta temporada de locos y así aportar unas 300 visitas al blog durante este receso político-deportivo.

Hoy me topo en La Jornada con una nota titulada "La medicina holística, batalla contra el reduccionismo y las multinacionales". Ándale. Normalmente seguiría una diatriba del tipo "pero cómo es posible que un medio de comunicación tan respetado se preste a esto". Pero no, la publicación de la nota no me parece mal, porque fue en la sección Sociedad y Justicia". Y nos guste o no, las medicinas alternativas son un fenómeno social. Si hubiera sido en la sección de Ciencia, entonces sí.

La nota es una entrevista con el neurólogo (!) Roberto Oscoy, "quien decepcionado de los resultados de la medicina convencional se suma a las brigadas de Médicos Sin Fronteras en Tanzania para después instalarse durante un largo periodo en India y aprender la medicina holística tibetana".

Si lo dejamos así es una típica entrevista con un médico alternativo cualquiera. Lo que me llama la atención es la forma como empieza su nota la periodista Mariana Norandi:

En el mundo actual los enfermos, ante cualquier padecimiento, exigen una curación rápida, que se adapte a la velocidad de la vida en las sociedades "modernas". Esta noción, que comienza tras la revolución industrial y se acentúa en esta era tecnológica, parte del concepto capitalista de que una persona enferma no produce y, por tanto, una sociedad basada en el desarrollo económico no puede detener la cadena productiva y poner en riesgo la acumulación de capital.

Esa visión de la salud encuentra su mejor aliado en la poderosa industria farmacéutica, que ofrece una curación rápida, sin detenerse en las consecuencias, entrando con ello "al paraíso" de las grandes multinacionales y las macrocifras económicas.

Sin embargo, en un mundo de Goliats no falta un David que prefiera dar una batalla propia y poner su mirada en la tradición para avanzar.

Cuando vemos el desarrollo de la entrevista, notamos que Oscoy se inclina a criticar a las farmacéuticas transnacionales. Para él, "el médico no sale como individuo pensante, sino como representante de la industria farmacéutica, y ésta no va a soltar el negocio porque es el más grande del mundo". Lo que tal vez sea cierto y esté muy mal, pero eso no valida automáticamente la "medicina" de Oscoy. En realidad, si le quitamos las diatribas anticapitalistas, nos queda un charlatán como tantos. Veamos su método de diagnóstico:

Primero detecto dónde están las áreas densas en el cuerpo, y para ello tomo el pulso en tres posiciones superficiales y tres profundas. Es decir, es una lectura del pulso a través de seis canales. Ahí veo dónde están las densidades y los estancamientos de la energía.

Luego veo el iris, que es como un holograma del cuerpo. Ahí se ven los órganos como en un espacio tridimensional del cuerpo reflejado en una superficie plana. Con esa información veo dónde está el problema.

Como buen médico alternativo, critica a la medicina de verdad por ser "reduccionista" y especializada (este individuo cree que "la medicina de especialidades surgió para dividir y repartir el mercado"), y ante eso opone el clásico argumento de la medicina alternativa de que uno no puede curar las enfermedades de un órgano aislado, sino que debe ver el sistema entero. De acuerdo. Sin embargo, no veo qué relación pueda existir entre el iris y cualquier otra parte del cuerpo que no sea el ojo. (Consulte la entrada sobre iridología en The Skeptic's Dictionary.)

Otra idea bastante idiota que pregona Oscoy es la ya estereotípica idea de que cuerpo y mente están fuertemente relacionados (a traves de "la densidad cuántica de la materia viva", ¡a huevo!), y de que la cura para la enfermedad física necesariamente tiene que pasar por la cura de actitudes, pensamientos e ideas negativas. Entonces si me enfermo de SIDA, el VIH no tiene la culpa, no, sino que de seguro tuve muchas actitudes e ideas negativas. Sí, no usar "globito" al tener sexo con alguien que se acabe de conocer en un bar es una actitud muy negativa, pero no es la causa inmediata que corresponda tratar a la medicina. No se me va a quitar el SIDA si se me quita lo caliente, si acaso será al revés.

Qué pena, pero apelar a la tradición, a la integración cuerpo-mente, a la mecánica cuántico-chopriana y a la retórica altermundista no va a hacer su "medicina" mejor que la medicina científica.

A ver cómo le va a Oscoy en la sección de correos del lector de La Jornada.

13 comentarios:

Antonio dijo...

Saludos Pereque.
Veo que vuelves al ambiente escéptico y que tienes un olfato muy agudo para detectar a los charlatanes rapidamente.

Me llama la atención la frase final del artículo: "No utilizamos el mismo método de la ciencia moderna, pero sí el conocimiento"

Esta frase encierra la idea fundamental sobre la que se apoyan los charlatanes para vender como ciencia su arte. Hace tiempo vi un artículo similar en el que el autor mencionaba
"...aún cuando la ciencia no lo acepta, está comprobado que..."
Vendiendo la idea de que la ciencia suele actuar en oposición al conocimiento verdadero. La facilidad con que estos expertos encuentran clientes se debe a la falta de conocimiento del público en general sobre conceptos básicos, ya que una primera lectura teniendo en mente que no puede haber conocimiento sin la aplicación del riguroso método de la ciencia, haría a cualquier lector descartar de inmediato la validez de este artista.

Un Abrazo

Anónimo dijo...

La homeopatía (sea cual sea) es una pseudociencia como cualquier otra. Si no lo cree lea los principios de la homeopatía (La memoria del agua y la principio de "lo igual cura a lo igual") y dígame si le parecen muy científicos.

El método científico puede consultarlo en: http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9todo_cient%C3%ADfico

Un saludo

Pereque dijo...

¡Gracias a todos!

Antonio: Es que la política es divertida para visitar de vez en cuando pero no para vivir ahí. De lo demás, de acuerdo; sólo que no es tanto olfato sino que la charlatanería de Oscoy se ve desde Marte.

Ángel: La homeopatía es químicamente imposible. Y no es una opinión, es un hecho. El español Manolo_elmas tiene un blog entero dedicado al asunto: Homeopatilín, con varios enlaces interesantes. La ARP tiene una monografía exhaustiva.

Del método científico, un libro muy bueno pero algo pesado es ¿Existe el método científico? de Ruy Pérez Tamayo (Fondo de Cultura Económica), que es una historia bastante buena de filosofía de la ciencia y explica las posturas modernas sobre el asunto.

P.

jose dijo...

Más new age para todos, al fin que, como Antonio dice, el conocimiento promedio de los consumidores, es por debajo del que se necesitaría para pensarlo dos veces antes de gastar dinero en esta "medicina".

Saludos Pereque.

Kix dijo...

¿No son como esos charlatanes de África que dicen que el SIDA no existe?

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Pereque:
Me parece sorprendente que sea precisamente un médico, un profesionista de una carrera científica, quien recoja el legado estrafalario y peligroso de la medicina "alternativa" (sic). ¿O no debería sorprendernos? Porque, desgraciadamente, veo que una parte considerable de quienes aplican esos dudosos métodos, tiene título universitario.

Pereque dijo...

Jaso: Así es.

Kix: Este amigo en particular no sé si niegue la existencia del SIDA (usé el SIDA porque es el contraejemplo más extremo que se me ocurrió), pero en cierto modo todos los charlatanes se parecen...

Ángel: De lo del método científico, hay muchas escuelas en filosofía de la ciencia. La de Feyerabend es una postura. No puedo decir mucho más porque no tengo eso muy a la mano.

Respecto a la homeopatía, me excedí: algo más exacto debió ser "hasta donde sabemos, la homeopatía es químicamente imposible". Las mismas prácticas de la homeopatía hacen imposible que haya algo de principio activo en los preparados homeopáticos. O sea que son pura agua, alcohol y azúcar.

¿La homeopatía, una ciencia? Lo único que ha cambiado en la homeopatía desde los tiempos de Hahnemann es la comercialización. La química que dice que la homeopatía no funciona es sólo un poco más vieja y ha crecido mucho más en todos los sentidos. No importa qué tan serios sean sus practicantes.

Erat Hora: Por un lado, lo que Natura no da, Salamanca no presta, o lo letrado no quita lo pendejo. Por el otro, los escrúpulos no se adquieren en la universidad, o billete mata todo.

¡Gracias a todos! Nos leemos luego.

Pereque dijo...

Corrección: donde dice No importa qué tan serios sean sus practicantes debió decir No importa qué tan serios sean los practicantes de la homeopatía. - P.

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Pienso que va más allá de eso, Pereque. ¿No cree que lo que falta es que en la universidad (mejor, desde la primaria) se nos eduque en el escepticismo cuidadoso y la observación serena de las palabras y los hechos?

jose dijo...

Erat.

Según Carl Sagan:

“El escepticismo desafía a instituciones establecidas. Si enseñamos a todo el mundo, digamos a los estudiantes de instituto, el hábito de ser escépticos, quizá no limiten su escepticismo a los anuncios de aspirinas y a los canalizadores de 35.000 años. Puede que empiecen a hacerse inoportunas preguntas sobre las instituciones económicas, o sociales, o políticas o religiosas. ¿Luego dónde estaremos?
El escepticismo es peligroso. Ésa es precisamente su función, en mi opinión. Es menester del escepticismo el ser peligroso. Y es por eso que hay una gran renuencia a enseñarlo en las escuelas.”

Tal vez se refería solo al sistema educativo de E.U.
O tal vez no.

De cualquier forma es una posible respuesta a lo que cuestionas.

Saludos.

Pereque dijo...

E. H. y Jaso: ambos dos tienen razón. La deficiente calidad de la educación pública y privada (algo que comentaba Erat en su blog, casi de pasada) es otro factor que permite que haya clientes y proveedores de charlatanería. Muchos charlatanes empiezan creyéndose lo que practican. Algunos después se dan cuenta de que no funciona y siguen porque el asunto es lucrativo.

Saludos a todos, P.

Nadie dijo...

Mhm... qué interesante.

Ahora, si bien concuerdo con la conclusión de el Sr. Pereque, he de agregar que TAMPOCO las multinacionales farmacéuticas son el mejor ejemplo de moral cristian con el que nos podemos topar.

Habrá quien diga que los muchos ejemplos de moral cristiana son bastante más inhumanos que cualquier Bayer y tendrá razón... también estará desviando la conversación hacia derroteros que nada tienen que ver con un hecho central: las trasnacionales farmacéuticas son empresas, las empresas tienen como primordial objetivo dar siempre más dinero a los accionistas, NO ES SU OBJETIVO CENTRAL CURAR A LA GENTE.

Ese es el único punto que creo que siempre será válido de todo movimiento contra-liberal ya sean los Larouchistas (como se llamen), altermundistas en general o cualquier izquierda que se oponga a que las empresas farmacéuticas tengan vela en el entierro de REGULAR sus mercados.

Este, creo yo, es el verdadero debate entre neoliberalismo y cualquier otra opción. El neoliberalismo abogará para que el gobierno no se meta a regular mercados sino propondrá siempre que el mercado se auto-regule sin ofrecer un solo ejemplo en el que la auto-regulación funcione en beneficio del consumidor en el largo plazo.

Por ejemplo, la industria del fast food a producido muy buenos productos, muy baratos y deliciosos. Pero en el largo plazo le vale madres que a tí o a tus hijos les dé diabetes... etc. Como ese mil ejemplos.

Ahora, yo no creo que haya diferencia ética entre el comportamiento de McDonalds y el de Bayer y porqué habría de haberla...

Me voy porque ando de prisa... pero creo que es una interesante reflexión. Yo por eso siempre he sido de la idea de que al gobierno y a las empresas hay que tenerlos amarrados de las gónadas porque si los dejas, te empinan horrible.

Anónimo dijo...

Felicito plenamente al autor de este blog por ser el mejor exponente del pendejor pseudo-científico..¡Viva la mediocridad como la tuya, que para criticar lo que desconoces, lo haces mangíficamente sin siquiera atreverte a investigar la verdad ni proponer algo nuevo! Imbécil...