La otra Nao de China
Entre 1405 y 1435, Zheng He, un eunuco musulmán al servicio del emperador chino, dirigió la Flota de la Estrella, la gloria de la marina china, e inició una serie de expediciones a lo largo del sureste de Asia y el Océano Índico. Zheng He relata en sus crónicas que llegó hasta las costas africanas e incluso llevó una jirafa viva como regalo al emperador. Posteriormente, como resultado de una lucha de facciones políticas en el interior de la corte imperial, enemigos belicosos en las fronteras o simple manía del emperador (entre otras razones que he encontrado), la flota china fue desmantelada y la navegación a gran escala fue prohibida.
Unos 500 años después, el marino retirado inglés Gavin Menzies escribió un libro titulado 1421: el año en que China descubrió el mundo. En su libro, Menzies expone su teoría de que Zheng exploró Australasia, las islas del Pacífico y América, y estableció puestos comerciales y colonias de China a lo largo del Pacífico e inclusive en la costa atlántica de Estados Unidos.
Las afirmaciones de Menzies, como suele suceder con trabajos históricos exponiendo teorías fabulosas que llegan a las librerías antes que a los expertos, son vistas con mucha suspicacia por los historiadores académicos. Ni siquiera los eruditos chinos aceptan las supuestas proezas de Zheng, siendo que el gobierno chino recientemente ha divulgado los logros de Zheng con propósitos políticos y diplomáticos. Desde 2003, fecha de publicación de 1421, se han publicado varias reseñas escépticas que echan por tierra la teoría americana de Menzies, resaltando principalmente la falta de evidencia arqueológica y las inconsistencias en los mapas. Una colección de argumentos contra Menzies puede encontrarse aquí. El historiador Timothy Furnish publicó otra en el sitio History News Network.
Zheng y Menzies han recobrado actualidad porque este lunes (16 de enero) se han revelado simultáneamente en Londres y en Shanghai copias de un mapa propiedad del coleccionista Liu Gang, donde se muestra un mapamundi más o menos reconocible con todo y América. (Vea la nota de La Crónica de Hoy.) El mapa data de 1763, y se asegura en él que es una copia de un original de 1418. Los críticos han señalado varias inexactitudes en el mapa: las Islas Británicas brillan por su ausencia, y Baja California es una isla (un tópico común en la cartografía europea; 100 años después que los exploradores novohispanos demostraron que California era una península, seguían apareciendo mapas con la Isla de California). Muestras del mapa han sido enviadas a Nueva Zelanda para su examen; los resultados deben estar listos para febrero, pero en todo caso no sirven más que para corroborar que el mapa efectivamente fue hecho en 1763.
Para aumentar las sospechas, el mapa llega en un momento especialmente oportuno. La edición en chino mandarín de 1421 está a punto salir a la venta, y una película sobre Zheng está en producción. Observadores sugieren que todo este tinglado no es más que un truco publicitario.
En el supuesto de que efectivamente Zheng haya llegado a América, dudo mucho que sea "una pieza mayor de revisionismo histórico", como dice el artículo de The Economist referente al tema. De acuerdo, el almirante chino Zheng He llegó a América hacia 1420... y ya. La (hipotética) visita de los barcos de Zheng no tuvo impacto en las culturas americanas, mucho menos el impacto que sí tuvo la visita de las carabelas de Colón, que terminó revolucionando la historia y pavimentó el camino que llevó a Europa al dominio mundial durante los siguientes 400 años. Y nada más por eso, aunque le pese a los difusionistas fanáticos, a los cazadores de misterios o a los relativistas antioccidentales, Colón seguirá en el lugar en el que la historia lo ha colocado.
1 comentario:
Hola, Pereque. Visitando esta entrada a casi 4 años de que la escribieras, veo que desde entonces ya tenías ideas claras y muy buena pluma. Saludos.
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