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Me lo dijo un pajarito

septiembre 30, 2009

En el Día Internacional de la Blasfemia

Se ha propuesto que el 30 de septiembre se celebre el Día Mundial de la Blasfemia. La fecha se escogió porque ese día pero de 2005, el diario danés Jyllands-Posten publicó su tristemente célebre serie de caricaturas de Mahoma y el fundamentalismo islámico; esas caricaturas molestaron a muchísimas comunidades musulmanas alrededor del mundo y provocaron marchas, mítines, disturbios, boicots comerciales y atentados. A partir de ese momento, varios países islámicos en diferentes momentos han promovido exitosamente resoluciones del Consejo General de las Naciones Unidas condenando la "difamación religiosa" en general y las representaciones negativas del islam y los musulmanes en particular (A/RES/60/150, A/RES/61/164 y A/RES/62/154), todas prácticamente iguales y ninguna de ellas dice qué es la "difamación religiosa".

Las ideas religiosas podrán brindar un propósito en la vida, un sentido de pertenencia, un consuelo y una motivación para las dificultades cotidianas. Pero siguen siendo ideas. Y como tales, deben estar sujetas al análisis, al debate, a la crítica, y por qué no, a la sátira y a la parodia. El "respeto" a las ideas empieza y termina en dejar que existan y se divulguen, y ciertamente no consiste en darles impunidad a ellas ni a aquellos que dicen representarlas.

Y eso no es sólo para los ateos e irreligiosos que queremos seguir contando chistes de monjas y publicidad satírica. Eso es hasta frívolo. La crítica libre a las religiones es benéfica no sólo para los ateos sino para los teístas.

La blasfemia de un hombre es el dogma de otro

Los llamados al "respeto a las creencias" o a la "libertad religiosa" tienden a venir de grupos pertenecientes a una tradición religiosa claramente dominante en su entorno local, sean los obispos católicos mexicanos, los ayatolás iraníes o los activistas de Hindutva. Esto tiene el mismo problema de la apuesta de Pascal: sólo funcionan en un mundo con una religión única. En el mundo real hay muchas religiones y todas dicen, hacen y creen cosas diferentes y hasta mutuamente excluyentes.

Ejemplos sobran: los judíos, los musulmanes, y algunos hinduístas dicen que no se debe comer cerdo, algunos cristianos dicen que no se puede comer cerdo algunos días al año, y otros dicen que se puede comer cerdo siempre. Los musulmanes y los mormones dicen que no se debe beber alcohol; los católicos y los ortodoxos lo exigen para algunos ritos. Las religiones abrahámicas creen en un solo dios, pero algunos cristianos creen en un dios triple y muchos otros seres secundarios; los hinduístas creen en muchos dioses; los taoístas no creen en ninguno, y algunos budistas dicen que los dioses no importan.

En una sociedad con dos o más tradiciones religiosas, estas tradiciones se darán cuenta de estas diferencias y contradicciones, y si una de estas tradiciones tiene esfuerzos activos de conversión, tal vez tienda a refutar directa o indirectamente a las otras tradiciones para ganar más fieles. "Fuera de la Iglesia no hay salvación", dicen los católicos. ¿Es esto ofensivo o difamatorio hacia los practicantes de otras religiones? Si impedimos que los católicos digan eso, ¿es ofensivo o discriminatorio hacia los católicos? ¿Por qué? "Sólo Cristo salva", dicen los evangélicos. ¿Es eso ofensivo o discriminatorio para los budistas, los devotos de la Santa Muerte o los seguidores de la fe Baha'i? ¿Por qué? "Los judíos y los cristianos malinterpretaron o adulteraron su revelación", dicen algunos musulmanes. ¿Es esto discriminación o represión hacia judíos y cristianos? ¿Por qué? Y si los callamos, ¿es eso ofensivo o represivo para esos musulmanes? ¿Por qué?

¿Cómo resuelven esos y otros dilemas peores los partidarios de la invulnerabilidad de la religión sin reprimir o discriminar a nadie? Porque si defiendes a una religión, tienes que defenderlas a todas, incluso cuando ambas religiones se atacan entre sí, y sí lo hacen. Para los liberales partidarios de la crítica religiosa, no hay dilema, sólo una cacofonía en el peor de los casos.

¿Quién decide qué es una blasfemia?

En la ONU, nadie. En Arabia Saudita, el rey y los ulemas. En ese país es ilegal practicar una religión en público que sea distinta a la variante oficial local del islam sunnita y es ilegal entrar a La Meca y a Medina si no se es musulmán. Y el delegado de Arabia Saudita en la ONU hipócritamente ha votado a favor de las resoluciones contra la discriminación y la "difamación" religiosa, exigiendo para su religión lo que su gobierno no quiere dar a las demás.

En un estado laico, donde existe una separación entre las instituciones del Estado y las instituciones religiosas, el problema no se plantea porque para el Estado laico las blasfemias no existen. Pero en un Estado teocrático, o al menos un Estado que protege y promueve una religión particular, como Arabia Saudita, Irán, la España franquista o los Estados Unidos que sueñan algunos fundamentalistas cristianos, las autoridades eclesiásticas pueden forzar al gobierno a castigar a los "blasfemos" problemáticos. O viceversa, el gobierno puede forzar a las autoridades eclesiásticas a declarar "blasfemos" a aquellos con opiniones incómodas para el régimen. Las consecuencias son conocidas: destierros, atraso científico y técnico, derrumbe económico, pillajes, ejecuciones, pérdida cultural, ejecuciones, guerras civiles, genocidios.

Y si las sociedades teocráticas de religión única y obligatoria creen estar seguras, harían bien en recordar que la rueda de la fortuna gira constantemente, que el "ortodoxo" y el "dogma" de ayer pueden ser el "herético" y la "blasfemia" de mañana, y las leyes e instituciones que hoy protegen una religión son las mismas que pueden destruirla... y a sus devotos con ella.

Las creencias tienen consecuencias

Si las religiones sólo exigieran momentos de contemplación y meditación solitaria, no tendría caso criticarlas. Pero las más de las veces las religiones llevan a la acción. Y como los creyentes no están en un limbo, esas acciones inspiradas por la religión afectarán a la sociedad de cierta manera. Puede ser para bien, si el religioso pone un orfanato o un hospital, si da de comer al hambriento y de beber al sediento. Pero también puede ser para mal. Y si blindamos de la crítica a las religiones y a sus afirmaciones, corremos el riesgo de no poder reaccionar contra acciones que, motivadas por creencias religiosas, atenten contra los intereses de un individuo o de toda la sociedad. Incluso contra los intereses de los propios creyentes.

Un caso dramático es el de las colonias vikingas de Groenlandia en el siglo XII. Los vikingos groenlandeses eran cristianos y debían pagar diezmos al papa. También sentían la necesidad de contar con iglesias dignas y majestuosas. Así que una parte importante de la fuerza laboral groenlandesa terminaba en expediciones (y a veces moría) cazando osos polares, morsas y narvales de los cuales sacar bienes lujosos para pagar a Roma, y lo poco que comerciaban con Noruega o Islandia terminaba dilapidándose en su catedral. La consecuencia a largo plazo fue que los groenlandeses eran muy pocos y muy pobres para explorar y colonizar Vinlandia, en la actual Terranova, una región mucho más habitable y productiva que Groenlandia. El curso de la historia mundial pudo ser muy distinto. Y los groenlandeses no habrían muerto de hambre y frío como finalmente ocurrió.

¿Quiere ejemplos más cercanos? Un sacerdote dice recibir mensajes importantísimos de su dios; para divulgar estos mensajes, decide fingir que trae una bomba y secuestrar un avión. Un hombre deja morir a su hijo porque su religión prohibe las transfusiones de sangre que podrían salvarle la vida. Un presidente decide invadir un país al otro lado del mundo para cumplir con las profecías de su texto sagrado sobre el fin de los tiempos. ¿Debemos criticar esas acciones? ¿Por qué? ¿Y debemos criticar los principios religiosos que las inspiraron? ¿Por qué?

Por eso la crítica pública de todas las ideas es fundamental: porque sólo así podemos saber cuáles ideas y acciones llevan a la preservación y al progreso de nosotros y nuestras sociedades y cuáles llevan a la decadencia y la extinción. Y el manto de la religión no debería brindarles protección de la crítica, porque tampoco brinda protección de las consecuencias negativas que puedan tener los actos religiosos.

¡Viva la blasfemia!

Una de mis frases célebres favoritas de todos los tiempos es la que George Orwell escribió en el prólogo a Rebelión en la granja: "Si la libertad [de expresión] significa algo, es el derecho de decirle a los demás lo que no quieren oír". ¿Qué caso tiene proteger la libertad que tiene alguien para decir cosas bonitas e inofensivas, para decir que vivimos en el mejor de los mundos posibles? A quien debemos proteger es al inconforme, al contestatario, al disidente, al hereje, al blasfemo, aunque se equivoque; si se equivoca, se podrá demostrar que se equivoca y no tendrá influencia; pero si tiene razón, puede producir un cambio, y ese cambio puede ser para bien.

Las ideas pueden ser correctas o incorrectas. Si son ideas correctas, ¿para qué protegerlas de la crítica si se defienden con la verdad? Si son ideas incorrectas, ¿para qué protegerlas de la crítica si no sirven para nada? Lo mismo aplica para todas las religiones y sus enseñanzas: algunas serán verdaderas y otras serán falsas. Para saberlo no queda de otra más que criticarlas. La crítica puede tomar muchas formas: desde el análisis objetivo y erudito con notas al pie de página hasta la ironía punzante y corrosiva; desde el experimento replicable hasta el espectáculo de mal gusto.

Y si alguien se ofende por eso, pues qué pena. Puede resignarse, o entrar al debate y criticar la crítica (porque la crítica también es una idea, y por lo tanto se puede criticar), como un adulto responsable y maduro. O puede llorar, gritar, manotear y pedir que castiguen al otro porque no hace lo que él dice, como un niño malcriado. Ser ofendido es un riesgo inevitable de vivir en una sociedad libre. Al menos una cosa que hacemos y decimos resultará ofensivo para al menos otra persona. Inversamente, al menos una persona hará o dirá algo que nos ofenda. El riesgo de ser ofendido es un precio minúsculo a pagar por nuestras libertades.

Y no sólo para los descreídos, también para el más devoto de los creyentes.

septiembre 29, 2009

Semana de la Blasfemia: tentaciones

¿Se acuerdan que hace como seis meses puse algo de una propuesta para hacer del 30 de septiembre el Día Internacional de la Blasfemia? Pues el Día de la Blasfemia se aproxima y hay que celebrar como es debido: haciendo pleno uso de nuestro inalienable derecho a la libre expresión e intentar irritar o hacer pensar a algún creyente despistado.

Presentaré una historia simple y ordinaria, como todas las historias de blasfemia y censura lo son cuando empiezan.

Antonio Federici es una marca británica de gelatos (¿gelati?), o helados estilo italiano. La agencia de mercadotecnia armó la campaña para Antonio Federici alrededor de la idea de que el producto de su cliente era tan delicioso que resultaba toda una tentación imposible de resistir. Y qué mejor imagen de la tentación que ésta:

Antonio Federici Campaign - originally uploaded by cityphotographer

Un cura y una monja a punto de besarse. La monja sostiene una cuchara y el cura sostiene un bote del helado anunciado. A la izquierda del bote, el texto "kiss temptation" ("besa a la tentación"). Este anuncio fue impreso en dos revistas y la impresionante cantidad de SIETE personas se quejaron a las redacciones porque el anuncio de Antonio Federici ofendía sus sensibilidades. Ambas revistas rechazaron publicar los anuncios en números futuros.

(Aclaración al 30/09/2009: Éste es el diseño original de la agencia, que dice "submit to temptation", "cede a la tentación". En las notas de The Guardian aparece el anuncio tal como fue publicado y sí dice "kiss temptation", y en el dictamen de la ASA se confirma que el anuncio publicado dice lo que digo que dice.)

La Autoridad de Estándares Publicitarios (ASA) del Reino Unido recibió la escandalosa y preocupante cantidad de DIEZ quejas por el anuncio. Usted pensaría que los funcionarios de un país desarrollado, progresista y multicultural dirían que diez santurrones no son representativos de la mayoría de la población británica, y descartarían la queja, ¿no? ¡Pues no!

En mayo de 2009, la ASA inició la investigación del caso. La gente de Antonio Federici se defendió diciendo que el anuncio era un retrato humorístico y ligero "celebrando las tentaciones italianas prohibidas" representadas por sus productos, y que en estos tiempos era improbable que se ofendiera a una mayoría de lectores. Como el anuncio no mostraba a los religiosos tocándose o besándose, cualquier queja sería respecto a las implicaciones del anuncio, no al anuncio per se, y que la reacción a esas implicaciones es producto de las experiencias y valores individuales de cada lector.

Bastante razonable, pero la ASA no se lo tragó. En julio, dictaminó que "la representación del sacerdote y la monja en una manera sexualizada y la implicación de que estaban considerando si cedían o no a la tentación era proclive a causar ofensas serias en algunos lectores", que violaba el Código del Comité de Prácticas Publicitarias y que el anuncio no debía aparecer en su forma original.

Porque era un anuncio ofensivo. Porque dos modelos en ropas religiosas pretendiendo iniciar intimidad heterosexual de mutuo acuerdo es mucho más ofensivo que un dirigente religioso heroinómano sodomizando por la fuerza a menores de edad indefensos puestos bajo su cargo, por ejemplo.

El sexo vende. La irreverencia religiosa vende. Si ambas se mezclan, venden muchísimo. Hay razones para creer que la agencia publicitaria lo sabía: ellos mismos, en marzo, cuando terminaron de armar la campaña pero todavía no se publicaba en medios, anunciaron su campaña como "controversial" y "diseñada para levantar pasiones". Y funcionó: los periódicos y los medios especializados de Gran Bretaña anunciaron la decisión de la ASA de retirar la publicidad. Antonio Federici obtuvo una publicidad mucho mayor y más barata de la que pudo lograr en supermercados o revistas. La marca sobrevivió; quién sabe cuánto vendió gracias a este escándalo.

Y si todo eso fallaba, la campaña incluía un anuncio bastante peor:

Antonio Federici Campaign - Originally uploaded by cityphotographer

¡Sangre de Jesucristo! ¡El cura está descamisado! ¡La monja se dejó agarrar la piernita! ¡CEDIERON A LA TENTACIÓN! (¡Pero todavía no se besan!) ¡Qué escándalo! ¡Qué ultraje a la Santa Iglesia y a la Vera Religión!

Si algo hay que aprender de esta historia, es que habrá gelatos en el infierno. Otra razón para ir.

No es la primera vez que la publicidad juega con la sexualidad de los religiosos católicos. En 1991, Benetton lanzó un anuncio donde un sacerdote y una monja se besan.

En su imprescindible Historia sexual del cristianismo, Karlheinz Deschner nos enseña que la vida sexual de los religiosos cristianos, sobre todo en la Edad Media y el Renacimiento, era de lo más pecaminosa, relajada y disoluta, al punto de que la situación mostrada en los anuncios de Antonio Federici y de Benetton es de hecho algo muy decente, moral e inobjetable en comparación.

La jerarquía eclesiástica intentó por todos los medios suprimir las tentaciones de la carne entre sus empleados, y absolutamente nada funcionó. El resultado es que docenas de crónicas medievales, renacentistas y modernas (en su mayoría documentos clericales) narran que algunos conventos se convirtieron en auténticos burdeles; los monjes eran clientes asiduos de prostíbulos (los honestos, no los conventos); en sus territorios bálticos, los caballeros teutones raptaban mujeres de sus casas y las llevaban a su fortaleza para fornicar, además de contratar prostitutas debidamente registradas en la contabilidad; los curas seducían a viudas nobles, a sus auxiliadas espirituales, a monjas, a doncellas, a criadas, a sus madres y hermanas, a niñas, a sus compañeros de orden; las monjas recurrieron al lesbianismo, a las velas, los juguetes sexuales ex profeso (una expresión francesa del siglo XVIII para "consolador" era bijou de réligieuse, literalmente "joya de religiosa"), a la flagelación sadomasoquista y a los ataques histéricos masivos; la zoofilia fue lo suficientemente común como para obligar a más de una orden monástica y a más de una diócesis a prohibir explícitamente la presencia de hembras entre los animales; y en Roma era común que los papas y los cardenales elevaran a sus bastardos y/o queridos a cargos altísimos en la curia. Todo esto mientras desde el púlpito censuraban la inmoralidad del vulgo pobre, ignorante, temeroso y a la postre más casto y recto que sus guías espirituales.

Con justa razón, semejante porquería ha sido motivo de sátiras y maledicencias desde siempre. El tema de la sexualidad clerical en el arte y la cultura es inagotable, pero baste mencionar que el Carmina Burana contiene una canción de taberna (incluida en la cantata de Carl Orff) en el que se brinda en honor de las "hermanas vanas" ("pro sororibus vanis") y de los "hermanos perversos" ("pro fratibus perversis"). Buena parte de la propaganda de la Reforma protestante se enfocaba en las muchas perversiones del papa, los obispos y los frailes. Las iniquidades del clero cristiano tienen un lugar prominente en el Decamerón de Boccaccio y en los cuentos del marqués de Sade. Y en el siglo XX, más liberal y más mediático, la sexualidad del clero ha sido tratada como parodia o como denuncia en innumerables novelas, películas, obras literarias, arte plástico y arte secuencial. Y cada intento de la Iglesia y sus golpeadores de sacar de circulación esas obras sólo redunda en una mayor difusión. Las dos campañas publicitarias mostradas aquí son sólo dos gotitas de ese océano cultural.

Y para cerrar por hoy, una variación poco afortunada de un chiste que le escuché creo que a Rius en la presentación de no sé qué libro. Érase una vez una monja que tuvo que viajar por unos días a la ciudad cercana para cumplir con diligencias de su convento. Pasaron los días y la monja no regresaba a su convento. Los días se hicieron semanas, y la madre superiora pidió la intervención de la policía; las semanas se hicieron meses, la policía no sabía nada y la comunidad rezaba con fervor y rogaban a Dios, a la Virgen y a los santos que su hermana estuviera con bien.

Varios meses después, la monja perdida finalmente regresó. Pero en qué estado tan lamentable regresó: cojeando, con un brazo enyesado colgando de un cabestrillo, con su hábito sucio y rasgado, con un ojo hinchado y lloroso, y un vientre más abultado que cuando se fue. La madre superiora, al verla, se persignó y exclamó: "¡Por el amor de Dios! ¿Pero qué te ha pasado? ¿Quién te hizo esto?"

La monja, con voz pausada y quebrada, mientras señalaba sus achaques de arriba a abajo con su mano libre, dijo: "Una avispa, una Vespa, y un obispo..."

Referencias

Créditos

septiembre 25, 2009

Ecoterrorismo en Guadalajara

La madrugada del martes 22 de septiembre un grupo de activistas ecologistas dejó una bomba casera en las oficinas de la compañía farmacéutica Novartis en Guadalajara. Esto provocó el desplazamiento de los escuadrones antibombas y canino de la policía local, agentes de Vialidad, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, militares y reporteros. Se resguardó la bomba, compuesta de cilindros de butano amarrados con cinta, se cerró la cuadra a la circulación, se revisaron algunos edificios cercanos y otros se desalojaron.

En un principio, se pensó que el objetivo era la sede de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que por coincidencia se encuentra justo enfrente de la oficina de Novartis, y de hecho dos periódicos reportaron la noticia como "explosivo frente a Derechos Humanos". Pero en el sitio había pintas que decían "Novartis deja de torturar ANIMALES" y "Novartis Cierra con HLS!!", lo que hizo sospechar a las autoridades que se trataba de grupos protectores de los derechos animales. ("HLS" es Huntingdon Life Sciences, una empresa británica de biotecnología.)

La hipótesis se confirma con un mensaje de una célula tapatía del Frente de Liberación Animal (FLA) en el que esa célula reivindica la autoría del intento de atentado y que fue publicado en un sitio Web anarquista. Los del FLA acusan a Novartis y a HLS de "utiliza[r] a animales inocentes para torturarlos y ezclavizarlos [sic]". No les importa que la cosa se haya cebado porque el objetivo era "intimidar a novartis y hacer reflexionar a nuestra comunidad sobre lo que es el movimiento de liberacion [resic] animal".

Pues lo lograron. Al menos a mí me pusieron a reflexionar y llegué a la conclusión de que su Frente de Liberación Animal es una banda de terroristas y delincuentes imbéciles. Muchas de las posturas de los defensores animales me parecen infundadas, emocionales e irracionales, pero tienen derecho a expresar esas posturas. Grupos como Greenpeace o PETA lo hacen con campañas publicitarias o manifestaciones; algunas parecerán chocantes y escandalosas pero no se puede negar que operan en el terreno del debate y la discusión pacífica y democrática de ideas.

Un grupo como el Frente de Liberación Animal renunció a todo eso. Ellos buscan convencer no con la razón, sino con la violencia y el terror. Son unos iluminados, convencidos de la verdad absoluta de su ideología y buscan imponerla por la fuerza sobre el resto de la sociedad, sin importar el costo en fuego y sangre. Y dirán que defienden al oprimido, pero sus actos revelan su profunda veta opresora, autoritaria y antidemocrática. Yo no sé si sea cierto que Novartis y/o Huntingdon maltratan a los animales más de lo que sus investigaciones lo justifican. Pero sí sé que hay formas de exigir las cosas, y amenazar con volar una oficina no es una de ellas si aspiramos a vivir en una sociedad justa, libre y democrática.

Y la verdad, pienso que toda aquel que valore más a una rata Wistar o a un cuyo (que seguramente se morirían a los dos días de ser "liberados" del laboratorio) que a un agente de ventas de Novartis o a un peatón inocente recién bajado del camión que pudo ser lastimado o muerto por la explosión de una bomba casera, es un pinche pendejo.

Desde luego no podía faltar la teoría de la conspiración. La de este hecho viene por cortesía del investigador de la Universidad de Guadalajara y "especialista en Movimientos Sociales" Jorge Regalado Santillán. En entrevista con El Informador (23/09/2009), Regalado sugiere que la bomba de Novartis es obra de "grupos dominantes" que pretenden desprestigiar "manifestaciones sociales legítimas" de protección al ambiente porque, según él, los ecologistas no ponen bombas.

Ey sí. Alguien en el CUCSH pásele a Jorge Regalado Santillán la larga lista de actos terroristas en países desarrollados perpetrados por grupos como el FLA o el Frente de Liberación de la Tierra. El FBI incluyó al activista ecológico Daniel Andreas San Diego en su lista de los terroristas más buscados por al menos tres ataques contra compañías de biotecnología. El acoso de los ecologistas radicales contra los investigadores biomédicos ha sido tal que en abril se organizó una marcha a favor de la experimentación en animales en el campus de la UCLA.

O para qué nos vamos tan lejos: hace dos semanas otra célula del FLA se atribuyó una bomba en una tienda de Polanco; El Occidental (24/09/2009) menciona al menos otra veintena de desmanes atribuidos a ecologistas radicales tan sólo en este año.

Bueno, ya hemos tenido terrorismo de extrema derecha, terrorismo de extrema izquierda, terrorismo religioso, narcoterrorismo y ahora podemos apuntar el ecoterrorismo. Según yo nada más falta terrorismo independentista / separatista y México finalmente podrá presumir de ser un país del Primer Mundo.

Referencias

Sobre el atentado en Guadalajara:

Sobre violencia de ecologistas radicales en general:

septiembre 21, 2009

De regreso a la Luna (III): el pionero olvidado

Luna 2.

Ese feo cacharro como salido de una película del Santo es un satélite de exploración lunar. Cuando se construyó pesaba unos 390 kilogramos y llevaba encima detectores de radiación ionizante, magnetómetros, detectores de meteoritos, gas de sodio y unas esferas hechas de plaquitas conmemorativas. Estas plaquitas tenían grabado el escudo de armas del país que construyó el satélite, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y una fecha, septiembre de 1959, que era cuando ese país pensaba lanzar el satélite.

Y así fue. El 12 de septiembre de 1959, el satélite fue lanzado desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. Su destino era la Luna. Su propósito principal era llegar hasta allá. El viaje no sólo era de ida sino que era suicida. En el camino, los medidores del satélite confirmaron la existencia de un débil campo magnético lunar que un satélite idéntico detectó unos meses antes. El satélite soltó su cargamento de gas de sodio como parte de un experimento para ver el comportamiento del gas en el espacio y para ayudar al monitoreo de su trayectoria.

El 14 de septiembre, hace 50 años, después de un viaje de casi día y medio, el satélite se impactó contra la superficie lunar. De ese modo, ese satélite se convirtió en el primer objeto humano depositado en un cuerpo celeste. Una vez que se confirmó el éxito de la misión, los líderes soviéticos divulgaron su hazaña. El satélite luego recibiría el nombre Luna 2 o Lunik 2.

Diez años después, dos estadounidenses pisarían la superficie de la Luna, una hazaña impresionante que quedaría grabada en la Historia y que cubrió de gloria a los astronautas, a su país y al mundo entero, mientras el Luna 2 yacía derretido y olvidado en la Luna. En 2009 todos celebramos los 40 años del Apolo 11, pero ni siquiera en Rusia se celebraron los 50 años del Luna 2. Ahí sigue, derretido y olvidado en la Luna.

Las imágenes del Apolo 11 nos prometían un futuro en el que la humanidad se dedicaría a explorar y explotar el espacio en paz y armonía. Pero el verdadero heraldo del futuro fue el Luna 2. En los últimos treinta años, decenas de sondas robóticas han explorado la Luna, los otros siete planetas, las lunas más importantes de Júpiter y Saturno, varios asteroides y uno que otro cometa, sin mencionar los telescopios espaciales que miran hasta los confines del Universo. En esos mismos treinta años, la presencia humana en el espacio se ha limitado a tres estaciones espaciales carísimas y limitadas, situadas a una fracción minúscula de la distancia entre la Tierra y la Luna. Nuestros siervos mecatrónicos han expandido nuestra visión del cosmos muchísimo más que los astronautas humanos, demasiado frágiles y caros para ser eficientes, y demasiado valiosos para ser abandonados en la nada espacial.

Son mucho menos glamorosas, pero las sondas espaciales son un testimonio de la capacidad humana al menos igual de impresionante y más duradero que las proezas de los astronautas.

Más

(Imagen: NASA / NSSDC)

septiembre 15, 2009

La Kermés del Absurdo no. 1: la Kermesse patriotera

Señoras y señores, niños y niñas, bienvenidos sean a la primera edición especial del Circo del Absurdo, o como he decidido llamarlas (con la idea y la venia de los pioneros), la Kermés del Absurdo. Estas Kermeses operan bajo los mismos principios que el Circo, excepto que son temáticas y no están calendarizadas.

La primera Kermés corre a cargo de Serindë, Sidurti y Tork, que en El lado oculto de la cofradía organizan su propia versión de las Fiestas Patrias y recopilaron una bonita cantidad de puestos vendiendo diversas perspectivas y opiniones sobre la nacionalidad y el patriotismo: desde crónicas de las fiestas cívicas hasta la apología de la crítica como forma de patriotismo. No todo en las Fiestas Patrias son cohetes, verbena y licor barato, y siempre es bueno pensar de vez en cuando por qué tenemos Fiestas Patrias en primer lugar.

La siguiente Kermés es... digan ustedes cuándo y sobre qué quieren hacerla. Recuerde que las reglas son casi las mismas que para los Circos ordinarios. E igual que con los Circos ordinarios, cualquier cosa que se les ofrezca pregunten por acá.

septiembre 09, 2009

El Circo del Absurdo no. 18

Ya pasó el primer lunes de mes, y como cada primer lunes de mes toca Circo del Absurdo. Hoy me pasé un poco de la fecha del anuncio (¡buuu!) pero debe ser una señal del Monesvol y/o los Grandes Antiguos que las cosas se dieran de tal modo que publicara el aviso el día Nueve del mes Nueve del año (dos mil) Nueve. Uyuyuy.

La función de este mes corre a cargo de Sidurti en A la luz de la luna, que después de 17 funciones invita a los participantes a la hora feliz de su Taberna Mística a echarse unos alcoholes. Uno de los propósitos del Circo es servir de escaparate para los blogs de los participantes, así que me gustó ver muchos participantes primerizos. Todos lucen interesantes y se recomienda echarles una vuelta.

La siguiente función está programada en La pata izquierda de Cthulhu, y correrá a cargo del Kyuuketsuki, el acólito de los Grandes Antiguos más popular entre la banda. Como siempre, pueden dejar aquí sus preguntas, dudas, comentarios, sugerencias y propuestas.

Kermesse patriotera

Señor, señora, señorita, queda usté cordialmente invitado o invitada a la Kermesse Patriotera que con motivo del Mes Patrio se organizará en El lado oculto de la cofradía. La Kermesse funciona igual que el Circo: la temática es sobre la Patria (con énfasis en México pero todas las Patrias son bienvenidas) y no hay límite de fechas. La publicación será por el 15 de septiembre.

Si la cofradía lo considera aceptable, propongo incluir a la Kermesse como la primera edición especial del Circo del Absurdo; y que las siguientes ediciones especiales se llamen "Kermesses".

Carnavales