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Me lo dijo un pajarito

julio 15, 2006

Más mensajes de las estrellas en el campo inglés

Qué más quisiera yo que poner una foto, pero parece que la única disponible es la de Reuters, así que mejor respeto su cláusula de propiedad intelectual y les pongo un vínculo. (Actualización al 17/07/2006: Ya no está disponible la foto directamente desde el artículo. Pero pueden verla aquí. Actualización al 31/07/2006: Gracias a Erat Hora nos enteramos de que la foto se ve desde del artículo. El vínculo hacia la foto sola se queda sólo por si acaso. Actualización al 04/04/2007: Descubrí que ahora no hay ni artículo, así que remito a el sitio oficial de York Maze.)

Lo que sí voy a poner es una traducción más o menos libre del segundo párrafo (negritas mías):

El trekkie Tom Pearcy usó tecnología satelital como ayuda para trazar el laberinto en el campo de maíz en su granja cerca de York, al norte de Inglaterra, para celebrar los 40 años desde el primer episodio del programa [de Star Trek, o Viaje a las Estrellas. De ahí el término "trekkie"].

Las negritas son para cerealogistas y curiosos de todos los bandos: escépticos, maussanitas e intermedios, para tomar en cuenta que uno puede planear círculos en campos de cultivo y trazarlos en la noche con un GPS y un mapa topográfico. Lástima que el anuncio del laberinto fue bien conocido en York, porque nos cebó la "evidencia irrefutable" de que los marcianos son bien friquis.

julio 10, 2006

Roberto Oscoy: medicina holística en La Jornada

Previo:
Quiero darle las gracias a Gerardo (a) Erat Hora y a Kix por aguantarme toda esta temporada de locos y así aportar unas 300 visitas al blog durante este receso político-deportivo.

Hoy me topo en La Jornada con una nota titulada "La medicina holística, batalla contra el reduccionismo y las multinacionales". Ándale. Normalmente seguiría una diatriba del tipo "pero cómo es posible que un medio de comunicación tan respetado se preste a esto". Pero no, la publicación de la nota no me parece mal, porque fue en la sección Sociedad y Justicia". Y nos guste o no, las medicinas alternativas son un fenómeno social. Si hubiera sido en la sección de Ciencia, entonces sí.

La nota es una entrevista con el neurólogo (!) Roberto Oscoy, "quien decepcionado de los resultados de la medicina convencional se suma a las brigadas de Médicos Sin Fronteras en Tanzania para después instalarse durante un largo periodo en India y aprender la medicina holística tibetana".

Si lo dejamos así es una típica entrevista con un médico alternativo cualquiera. Lo que me llama la atención es la forma como empieza su nota la periodista Mariana Norandi:

En el mundo actual los enfermos, ante cualquier padecimiento, exigen una curación rápida, que se adapte a la velocidad de la vida en las sociedades "modernas". Esta noción, que comienza tras la revolución industrial y se acentúa en esta era tecnológica, parte del concepto capitalista de que una persona enferma no produce y, por tanto, una sociedad basada en el desarrollo económico no puede detener la cadena productiva y poner en riesgo la acumulación de capital.

Esa visión de la salud encuentra su mejor aliado en la poderosa industria farmacéutica, que ofrece una curación rápida, sin detenerse en las consecuencias, entrando con ello "al paraíso" de las grandes multinacionales y las macrocifras económicas.

Sin embargo, en un mundo de Goliats no falta un David que prefiera dar una batalla propia y poner su mirada en la tradición para avanzar.

Cuando vemos el desarrollo de la entrevista, notamos que Oscoy se inclina a criticar a las farmacéuticas transnacionales. Para él, "el médico no sale como individuo pensante, sino como representante de la industria farmacéutica, y ésta no va a soltar el negocio porque es el más grande del mundo". Lo que tal vez sea cierto y esté muy mal, pero eso no valida automáticamente la "medicina" de Oscoy. En realidad, si le quitamos las diatribas anticapitalistas, nos queda un charlatán como tantos. Veamos su método de diagnóstico:

Primero detecto dónde están las áreas densas en el cuerpo, y para ello tomo el pulso en tres posiciones superficiales y tres profundas. Es decir, es una lectura del pulso a través de seis canales. Ahí veo dónde están las densidades y los estancamientos de la energía.

Luego veo el iris, que es como un holograma del cuerpo. Ahí se ven los órganos como en un espacio tridimensional del cuerpo reflejado en una superficie plana. Con esa información veo dónde está el problema.

Como buen médico alternativo, critica a la medicina de verdad por ser "reduccionista" y especializada (este individuo cree que "la medicina de especialidades surgió para dividir y repartir el mercado"), y ante eso opone el clásico argumento de la medicina alternativa de que uno no puede curar las enfermedades de un órgano aislado, sino que debe ver el sistema entero. De acuerdo. Sin embargo, no veo qué relación pueda existir entre el iris y cualquier otra parte del cuerpo que no sea el ojo. (Consulte la entrada sobre iridología en The Skeptic's Dictionary.)

Otra idea bastante idiota que pregona Oscoy es la ya estereotípica idea de que cuerpo y mente están fuertemente relacionados (a traves de "la densidad cuántica de la materia viva", ¡a huevo!), y de que la cura para la enfermedad física necesariamente tiene que pasar por la cura de actitudes, pensamientos e ideas negativas. Entonces si me enfermo de SIDA, el VIH no tiene la culpa, no, sino que de seguro tuve muchas actitudes e ideas negativas. Sí, no usar "globito" al tener sexo con alguien que se acabe de conocer en un bar es una actitud muy negativa, pero no es la causa inmediata que corresponda tratar a la medicina. No se me va a quitar el SIDA si se me quita lo caliente, si acaso será al revés.

Qué pena, pero apelar a la tradición, a la integración cuerpo-mente, a la mecánica cuántico-chopriana y a la retórica altermundista no va a hacer su "medicina" mejor que la medicina científica.

A ver cómo le va a Oscoy en la sección de correos del lector de La Jornada.