Sobre el horario de verano (II)
En esta segunda parte presento un análisis de los argumentos en contra del horario de verano expuestos por Fernando Cortés Contreras y Ricardo Enciso Aguilar. Antes de continuar, tal vez necesite leer la primera parte de esta serie sobre el horario de verano.
Argumento: el horario de verano está mal planeado
El conjunto de argumentos contra el horario de verano que me parece más coherente se basa en lo poco adecuado del horario de verano para México. La situación geográfica de México hace que el incremento de luz diurna durante el verano sea bastante reducido en comparación con los otros países de América del Norte y Europa. Durante el solsticio de verano, la duración máxima de un día mexicano es de algo más de 13 horas, dos horas más largo que la noche de ese mismo día. Con horario de verano ganamos más luz solar al atardecer, pero nos cuesta oscuridad adicional antes del amanecer, sobre todo al principio y al final del horario de verano. En torno al solsticio de verano, la hora civil del amanecer es igual a la hora civil del amanecer a finales de marzo y a principios de noviembre.
A esto se agrega el hecho de que por alguna razón, medio país está en un huso horario que difícilmente le corresponde. Desde 1942, todos los estados al oeste de Oaxaca y Veracruz se incorporaron al meridiano 90 cuando les correspondería (y de hecho les correspondió desde los primeros decretos sobre husos horarios en 1921) el meridiano 105; los casos extremos de Jalisco, Colima y Durango aumentan su horario casi dos horas respecto a su horario "natural" en abril, lo que según el Movimiento Ciudadano coloca a Jalisco en el huso horario de Florida, un "error técnico grave", soslayando el hecho que Florida también adelanta su reloj durante el mismo periodo. El Movimiento Ciudadano se rasga las vestiduras porque con horario de verano el sol se pone a las ocho de la ¿tarde? y el sol nunca sale antes de las seis de la ¿madrugada?, pero no dicen por qué eso está mal.
Argumento: no hay ahorro de energía
Relacionado con esto, el Movimiento Ciudadano nos dice que el horario de verano no representa un ahorro de energía real, porque la electricidad que ahorramos en la tarde la gastamos en la mañana porque nos levantamos más temprano respecto a la salida del sol. Esto parece de sentido común, pero la verdad es que pone en evidencia el caos conceptual del Movimiento Ciudadano del que se habló en la primera parte y hace dudar si esta gente realmente sabe contra qué está protestando. Porque si el periodo de luz solar es más largo que la noche a partir del equinoccio de primavera y hasta el equinoccio de otoño, el periodo de luz adicional es más largo que el periodo de noche adicional; como se expuso antes, el sol sale más o menos a la misma hora (civil) durante el solsticio de verano (con horario de verano) y durante el equinoccio de primavera (sin horario de verano). Eso es independiente de si el recibo se nos hace más barato o no.
En el norte, donde los equipos de aire acondicionado son comunes por las altas temperaturas, el consumo eléctrico aumenta por el uso de los mismos; se ha sugerido que el consumo eléctrico del clima artificial en los estados norteños sea mayor con horario de verano que sin él. Se supone que una de las principales razones de Arizona para oponerse al horario de verano fue precisamente ésa.
Con todo, con el horario de verano sí hay un ahorro de energía, pero no tanto. La pregunta es si este ahorro de energía vale la pena.
Argumento: el horario de verano es antinatural
El horario de verano es "antinatural", sea lo que signifique esto, y como todos sabemos que lo natural es bueno, las cosas antinaturales como el horario de verano son malas. Fin de la discusión. Di no al horario de verano.
La "falacia natural" merece un escrito entero, pero por ahora sólo piense en esto: ¿qué hay más natural que un huracán, un terremoto o un maremoto? Por lo tanto, como son muy naturales, deben ser buenísimos para las personas, ¿verdad? (Claro: el huracán Wilma fue buenísimo para los destinos turísticos del Pacífico mexicano.) No todo lo natural es bueno, y no todo lo artificial es malo; apoyar o no una medida administrativa basados sólo en su naturalidad es irracional.
Para hacer énfasis en la antinaturalidad del horario de verano, el Movimiento Ciudadano dice que en el campo las vacas dan leche según la salida del sol, y que las plantas crecen cuando reciben luz del sol. Absolutamente cierto. Sin embargo, uno no puede evaluar la conveniencia de un cambio de horario según el medio rural, porque la economía agropecuaria sí depende por completo del sol y de los ciclos estacionales, mientras que la economía industrial y de servicios propia de las ciudades, incluyendo a las ciudades que encabezan una zona agrícola o ganadera, necesita un horario artificial estandarizado para poder comerciar e interactuar con otras ciudades. (Para la ciudad, una aproximación poco rígida de las horas con la salida y puesta del sol es más que suficiente.) El campesino no necesita reloj para saber cuándo debe alimentar a las gallinas o regar los sembradíos, lo necesita para saber cuándo se abre el mercado o la tienda de refacciones en la ciudad cercana. Citando al Movimiento Ciudadano, "[p]ensar de otra manera es ignorar cómo opera el negocio".
El único "problema" en las ciudades son los niños pequeños, que al igual que los borregos y las lechugas dependen del ciclo natural del sol y no del ciclo artificial del reloj. Muchos padres protestan amargamente de lo locos que se ponen sus hijos con el horario de verano (o más bien, "con el cambio de horario", tanto en abril como en octubre), cuando el problema real no son los niños, sino ellos que quieren ajustar a sus hijos a cambios de horarios que no conocen ni entienden. Los niños están bien; son los padres los que tienen un desajuste mientras se acostumbran al horario. Esta "antinaturalidad" no significa nada.
Argumento: el horario de verano es dañino para la salud
Como el horario de verano es antinatural, también ha de ser malo para nuestra salud. Es cierto que nuestro metabolismo está ajustado a los ciclos de dia y noche y a los ciclos estacionales; estos patrones metabólicos son llamados ritmos circadianos (del latín circa dies, "alrededor de un día") y están integrados en el sistema nervioso central. Éste es el llamado "reloj biológico". El ritmo circadiano humano dura 25 horas, y debe ser constantemente "recalibrado" con la duración del día real. Es conocido que los ritmos circadianos son alterados por cambios bruscos en el horario, como un cambio de turno laboral o el movimiento a un huso horario alejado del original.
Entonces, ¿nos desajusta el horario de verano? Sí... durante tres días. Como ejemplo, la secreción de hormona adecorticotrópica (ACTH) tiene un periodo de actividad máxima aproximadamente una hora antes de levantarnos. Cuando cambiamos de horario, la secreción de ACTH inicia un proceso de ajuste que la lleva gradualmente a retrasar (o adelantar) una hora su momento de actividad máxima. Recuerde que de todas formas el ritmo circadiano está naturalmente desfasado; lo único que hacen los cambios de horario es aumentar un poco más el desfase, que para la mayor parte de los individuos se reajusta antes de una semana. Lo que nos lleva de regreso a los bebés: como ellos no saben leer la hora, no tienen forma de irse acostumbrando a un horario nuevo y por lo tanto su metabolismo no cambia de la forma en que lo hace el de sus padres.
La afirmación de los peligros para la salud humana del horario de verano, por lo tanto, no tiene fundamento.
Argumento: el horario de verano es inseguro
Otra afirmación del Movimiento Ciudadano es que se pone en riesgo la seguridad de los que tienen que realizar actividades temprano en la mañana, muy especialmente los niños en edad escolar. Según esto, los escolares y sus padres están expuestos a delincuencia e inseguridad por la falta de luz solar.
Esto es una exageración, porque muy poco crimen ocurre durante las horas cercanas al amanecer. Recuerde que durante los primeros y los últimos días del horario de verano se repite la situación de luminosidad natura propia del solsticio de invierno, y nadie dice que las mañanas de otoño e invierno sean particularmente más inseguras por la oscuridad.
Lo que sí es cierto es que los accidentes de tráfico sufren un ligero incremento los lunes posteriores a los cambios de horario. Esto es debido al desajuste metabólico que la mayoría arrastramos durante los primeros días de los cambios de horario y que no permite que los conductores se concentren adecuadamente. Una vez que las personas se han acostumbrado al horario nuevo, los accidentes regresan a sus tasas normales; hay estudios que sugieren que los accidentes de tráfico durante la tarde disminuyen durante el horario de verano a consecuencia de la mayor luminosidad durante horas pico. En este aspecto al menos, el horario de verano proporciona mayor seguridad.
Argumento: el horario es una imposición del gobierno
El horario de verano es la última de las malvadas imposiciones dictatoriales, autoritarias y fascistas de nuestro malvado gobierno dictatorial, autoritario y fascista, junto con el peso, el sistema métrico, las Normas Oficiales Mexicanas, la lengua española y el Canal de las Estrellas. Por eso la población debe levantarse en armas para derrocar al mal gobierno el primer domingo de abril.
Ya en serio, tendemos a sospechar de cualquier cosa que venga del gobierno y no nos parezca evidentemente útil o disfrutable. Es el caso del horario de verano, que como no nos brinda un beneficio obvio, ha de ser alguna corruptela del gobierno o parte de alguna política basada en intereses inconfesables. Más cuando la imposición viene del gobierno federal.
El Movimiento Ciudadano afirma:
Las medidas económicas circunstanciales que afectan a la población deben ser consultadas con la sociedad. En el Distrito Federal se actuó con sensibilidad al pedir opinión a los habitantes de la ciudad. [declaración de Cortés y Enciso, 2001]
Para evaluar esta afirmación hay que tratar de temas de opinión pública y política que exceden con mucho el propósito de este escrito. Sólo diré que nuestro derecho a la opinión depende de lo que sepamos sobre lo que estamos opinando; nadie tiene derecho a decir disparates y ser tomado en cuenta en las políticas públicas. No parece ser el caso que el Movimiento Ciudadano sepa en realidad a qué se está oponiendo. Respecto al Distrito Federal, eso es más demagogia que otra cosa: como dije en la primera parte, tener horarios diferentes entre el Distrito Federal y el Estado de México sería suicida para el Valle de México.
Lo que causa más escozor entre los opositores es que consideran al el horario de verano como muestra de sumisión ante los Estados Unidos y los mercados internacionales. En efecto, los principales beneficiados del horario de verano son los que hacen negocios con Estados Unidos, Canadá y Europa. Esta sincronización de los negocios con Estados Unidos fue lo que llevó a Baja California a adoptar el horario de verano en 1983, a Chihuahua a pasar a otro huso horario en 1998 y a Sonora a rechazar el cambio de horario. Desde el punto de vista económico, los estados fronterizos con Estados Unidos son los principales beneficiados con el horario de verano. El horario de verano a lo mejor aumenta nuestra dependencia de Estados Unidos, pero con 20 millones de mexicanos allá manteniendo a flote la economía aquí es difícil ver cómo prescindir del horario de verano va a hacernos menos dependientes de la economía estadounidense.
Por lo politizado de este argumento, es muy difícil llegar a una conclusión objetiva.
Conclusión
El horario de verano tiene un impacto más positivo que negativo en la economía y el medio ambiente, aunque las ventajas son bastante menores en México por su posición geográfica. La argumentación del Movimiento Ciudadano es muy pobre y está fuertemente basada en malas interpretaciones con poco sustento en la realidad, además de privilegiar una visión rural en un asunto que afecta sobre todo a los entornos urbanos.
Señor, señora, no reniege. El sábado antes del cambio de horario, ajuste su reloj, y el lunes después del cambio, relájese. La modorra que pueda sentir es temporal. En una semana ni se dará cuenta y estará como siempre.
Referencias
- Fabio A. García García, Cortometraje interno, en La Jornada, suplemento Lunes en la ciencia. México, 3 de abril de 2000.
- Horario de verano. Fideicomiso para el ahorro de energía eléctrica, México, 2005.
- Horario de verano. Comisión nacional para el ahorro de energía, México, 2005.
- Mulás, Pablo (coord.): Presentación del informe sobre el horario de verano, versión estenográfica. Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2000.
- Humberto Piza, "¿Ahorro energético?", en La Jornada, suplemento Lunes en la ciencia. México, 3 de abril de 2000.
- La tormenta del horario de verano en El Informador. Guadalajara, 16 de marzo de 2001.
6 comentarios:
Añadiría, como hijo de ingeniero del sistema central de la Compañía de Luz, que un aspecto en el que no se piensa mucho sobre el ahorro de energía durante el horario de verano consiste en que este sirve para desfasar los periodos de mayor consumo eléctrico (el doméstico y el industrial), al inicio y al fin del día, lo que se traduce en menor carga de generación y distribución. De ahí viene el principal ahorro energético del horario de verano.
¡Me puse de pie al leer estos post! Es la primera vez que te leo pero me pareció un muy buen trabajo de investigación, pero sobre todo, un buen llamado a la gente para que se informe antes de criticar.
Yo al igual que Control Zape también soy hija de un ex trabajador de la CFE, y este cuento del cambio y el ahorro no me es nada ajeno.
Emocionada por tu texto me tomé la libertad de ponerlo como referencia en la columna que escribo todos los jueves en el diario Milenio local (en Veracruz), que tal vez no es la gran cosa pero como foro de expresión vale mucho, y, si no te molesta, puse la liga de tu blog para que lo visiten y se informen mejor en mi texto de esta semana.
saludos desde Xalapa...
(jajaja no es la gran cosa la columna, no el periódico)
Héctor: muchas gracias por su aclaración. Recuerdo haber visto algo así en el sitio de la FIDE, con todo y gráfica, pero lo pasé por alto. Supongo que hice mal.
Pochaca: ya visité su blog y ¡gracias por el comercial! Más halagos de ésos y voy a empezar a creérmela... (¿entonces ya puedo decir que salí en el periódico?)
Ése es el chiste de este blog y de muchos otros, como el de Héctor (a) Control_zape: informar sobre lo que hay detrás de las pseudociencias, la pseudohistoria, filosofías extrañas y creencias populares absurdas como la oposición al horario de verano. Tener una opinión es muy bueno, pero esta opinión debe ser informada y racional, no basada en las vísceras.
(¿No es curioso que los dos empecemos recordando episodios de los Simpson?)
Saludos,
Pereque
Otro excelente texto!!! Hacer un viaje trasatlantico afecta igual y por el mismo corto periodo de tiempo. Creo que lo que sucede con este "movimiento ciudadano" no mas que oportunismo politico donde el verdadero meollo tras el asunto es "la imposicion del gobierno". Yo suponia que esto ya no se iba a dar despues del estudio de la UNAM que demostro que si habia ahorro y no habia afectacion. Lo pueden encontrar aqui: http://www.conae.gob.mx/wb/CONAE/CONA_967_estudio_de_la_unam
PD.- PErdona la falta de acentos pero ando escribiendo mi paper y tengo el teclado en ingles.
suerte!
Edgardo
Perdon por citar de nuevo el informe de la UNAM, se me paso leerlo en tu bibliografia. Y por cierto no fue un informe de la UNAM solamente, participaron muchas otras IES.
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