Con un día de retraso... ¡Feliz Día de Darwin!
El 12 de febrero de 1809, en una pequeña población al oeste de Inglaterra, nació Charles Robert Darwin, quien después de décadas de observaciones de plantas y animales alrededor del mundo, llegó a la conclusión de que todos los seres vivos cambian, que aquellos cuyos cambios resultan más ventajosos para su ambiente son los que tienen las mejores posibilidades de sobrevivir y reproducirse, y que los cambios acumulados a lo largo de generaciones crean nuevas especies. Esta idea es lo que conocemos como evolución por selección natural, y es el eje fundamental de todas las ciencias biológicas contemporáneas.
No olvidemos que celebramos al hombre por lo que hizo: brindó una explicación coherente y comprobable apoyada en cantidades monumentales de evidencia física, al punto que logró lo que muy pocos antes que él en la historia de la ciencia: que sus teorías fueran ampliamente aceptadas por la comunidad científica mientras él vivía. (Creo que sería mejor celebrar el 1 de julio, fecha de la presentación de los trabajos de Darwin y Alfred Russell Wallace sobre evolución ante la Sociedad Linneana de Londres; o el 24 de noviembre, aniversario de la publicación de la obra cumbre de Darwin, El origen de las especies por medio de la selección natural.)
Tampoco olvidemos que el logro de Darwin ya fue ampliamente superado: los 150 años posteriores al Origen se encargaron de completar, corregir y refutar muchas de sus observaciones y conjeturas originales. Darwin murió sin saber nada de la genética de Mendel. Ninguno de los dos siquiera imaginó que una molécula autorreplicante era la causa de esas variaciones, que la selección natural podía modelarse matemáticamente, o que la evolución por selección podía explicar fenómenos culturales. La biología ha avanzado tanto desde 1859 que el Origen resulta más útil para los historiadores de la ciencia que para los biólogos.
Darwin ahora ocupa un lugar junto a Copérnico, Galileo, Kepler, Newton, Lavoisier, Dalton, Pasteur, Maxwell, Bohr, Einstein y muchos otros: pioneros a los que recordamos y admiramos porque abrieron el camino, no porque lo marcaron de una vez y para siempre. Sí, eso va dirigido a los creacionistas, que siguen hablando de "darwinismo" cuando nadie más lo hace, aunque de todas formas van a seguir creyendo lo que les dé la gana.
Festejar a Darwin es mucho mejor que llorar a Julio Cortázar, que murió el 12 de febrero de 1984 (Rayuela es interesante, pero no es la gran literatura fundacional de nada que muchos culturosos pretenden, y los que dicen que Cortázar les cambió la vida es porque lo leyeron en la adolescencia, cuando cualquier cosa cambia la vida), y definitivamente es mejor que festejar el estúpido día de San Cursi.
Y para compensar el día de retraso, les recuerdo que el 15 de febrero se brinda en honor a Galileo y el 19 en honor a Copérnico. ¡Salud!
6 comentarios:
Pereque, con tanto brindis voy a coger una jumera jajajja. Igualmente, felices días por la gente que abrió cruciales caminos al Conocimiento. Saludos
PD.- En España, "jumera" es una palabra coloquial que equivale a "borrachera" (por si no lo sabías, jeje)
¡Feliz 14 de febrero, día de la Cuarta Fundación de Guadalajara!
Parece mentira que olviden la historia de la ciudad donde viven (aunque técnicamente usted vive en Zapopan, cuya fundación es el 8 de diciembre, lo cual la pone a tono con las Fiestas Pastafaristas. Una razón más para descubrir que el Todopoderoso Monstruo de Espagueti Volador está detrás de todo.
Oh, antes de que lo olvide: me parece que usted pidió el regreso de los cosplayers infames. Concedido.
Un caluro saludoso desde Vancouver.
Jack Maybrick
Eso de brindar está muy bien.
Un Abrazo.
Off topic:
¿Coincidencia?
Por cierto, ¿sabian que el mismo dia que nació Darwin, del otro lado del Atlántico nació otro barbón célebre? Abraham Lincoln, ni más ni menos.
Saludos.
Al respecto de Darwin, National Geographic en su edición de Febrero publica dos artículos bastante interesantes.
Se los recomiendo estimado Pereque!
Un saludo!
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