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Me lo dijo un pajarito

agosto 03, 2006

El hombre oso

Timothy Treadwell era un ecologista y cineasta aficionado que dedicó su vida a la protección de los osos pardos (grizzly) del Parque Nacional Katmai en Alaska. Durante 13 años, viajó a Katmai todos los veranos para acampar, estudiar, proteger, filmar y vivir entre los osos hasta que al finalizar el último verano (en 2003) un oso se lo comió. La vida, obra y muerte de Treadwell son el tema del documental del alemán Werner Herzog Grizzly man (2005), subtitulada en México como El hombre oso. Esta cinta fue proyectada en salas comerciales de Guadalajara en la semana del 28 de julio al 3 de agosto de 2006.

A través de entrevistas con familiares, amigos, ex novias y testigos, pero sobre todo a través de una selección del material audiovisual recopilado por Treadwell (unas cien horas de video), Herzog retrata el carácter y las motivaciones del autoproclamado "guerrero amable". El resultado es inquietante, por decir lo menos.

Sabemos por el documental que de niño fue muy afecto a los animales. Al crecer, el muchacho tenía talento para la natación, que le dio una beca para la universidad, que perdería un año después por una lesión en la espalda. Empezó a beber y consumir drogas y poco después iría a California a probar suerte en la actuación. Ahí fue donde cambió su nombre original de Dexler por el de Treadwell. Al no tener éxito como actor, siguió hundiéndose poco a poco... hasta que descubrió a los osos. Herzog muestra a Treadwell abriendo su corazón y contando su historia a un zorro que está echado completamente indiferente a lo que el "guerrero amable" dice.

De alguna manera, Treadwell se creó una imagen sumamente distorsionada del entorno de los osos. Los segmentos seleccionados por Herzog muestran a un hombre que parece la versión amanerada, ridícula y estúpida de Steve Irwin refiriéndose a los osos con nombres como Rowdy, Downey, Tabitha, Mickey, Tía Melissa, Sargento Brown y Señor Chocolate. (Los biólogos de verdad suelen ponerle nombres propios a los animales que observan, pero hasta Disney y Sanrio se la pensarían en usar "Señor Chocolate".) Para Treadwell, los osos pardos eran la encarnación de todo lo que era bueno y noble en el mundo. Aparece hablando sobre lo mucho que ama a los osos, lo mucho que ama la tierra de los osos, que no desearía nada más, y que de morir, moriría por la causa de los osos. Incluso en su correspondencia aparece el deseo de volverse un oso, de fundirse con los osos. Al final lo logró, de una manera muy truculenta.

Este concepto tan elevado que Treadwell tenía de los osos le impedía comprender la cruda realidad de "caos, hostilidad y asesinato", en palabras de Herzog: el "guerrero amable" aparece perplejo y lloroso ante una patita de osezno muerto por otros osos, ante el cráneo limpio de otro osezno devorado durante una hambruna, aparece implorando al dios que se deje por lluvia, para que los salmones puedan remontar el río y alimentar a "sus" osos. A pesar de que la población de osos grizzly de Alaska es una de las mejor protegidas, Treadwell estaba convencido de que los osos estaban en gran riesgo y por ello se había proclamado como su protector. Parece ser que sólo durante el verano de 2000 se topó con lo que aparentemente era un equipo de filmación, y creía que era un grupo de cazadores furtivos. Treadwell interpretó un mensaje sobre una piedra que decía "Adiós Tim, nos vemos el verano de 2001" y una carita feliz sobre otra piedra como "advertencias" de sus enemigos, al estilo de amenazas de mafiosos. Asimismo, se deshace en improperios e insultos hacia la administración del Parque Nacional Katmai en particular y al gobierno de Estados Unidos en general por no proteger lo suficiente a los osos.

Lo peor es que aunque Treadwell buscaba de cierta manera una conexión con los osos, convivir con ellos, la interacción con los osos es casi nula fuera de algún jugueteo ocasional y de intentos por demás ridículos de controlar a los osos y mantenerse firme ante ellos, según él para ganarse su respeto y ser digno de ellos. En palabras de Herzog, más o menos textuales, "en todas las caras de todos los osos que Treadwell filmó, no hay complicidad, entendimiento o piedad. Lo que me asusta es no encontrar un rastro de ese mundo secreto de los osos del que se consideraba un invitado de honor". Un ejemplo: después de observar una pelea entre dos osos machos por una osa, Treadwell empieza a hablar de mujeres con el oso perdedor, de la misma forma en que dos hombres podrían hablar de mujeres en un bar. El oso yace a una distancia de al menos tres metros, agachado, como descansando y reponiéndose de la pelea, sin siquiera dignarse en voltear a ver a Treadwell.

Al final, ninguno de los involucrados en el caso Treadwell estaba sorprendido por su muerte. Para muchos, como el curador de un museo de la región, miembro de una tribu nativa de Alaska, Treadwell se lo buscó. En su convivencia casi infantil con animales salvajes, Treadwell cruzó una línea que, para la tribu del curador, es sagrada: los hombres y los osos deben estar en sus respectivos ámbitos, sin interferir uno con el otro. De no ser porque el oso también se comió a Amie Huguenhard, la novia de Treadwell, y que lo acompañó en su última expedición, nadie hubiera considerado el hecho como una tragedia.

La conclusión de Herzog es que el retiro de Treadwell al mundo de los osos pardos de Alaska es que su cruzada era una rebelión contra la civilización. A juzgar por su pasado, creo que Treadwell culpaba al mundo moderno de su vida de fracasos y desilusiones, y encontró en los osos pardos la forma de trascender estas frustraciones y justificar su existencia. Ya vimos que el amor de Treadwell por los osos tenía mucho de religioso: de alguna forma, al salvar a los osos Treadwell buscaba redimir a la civilización y redimirse a sí mismo.

Los escépticos podemos sacarle mucho provecho a Grizzly man. Timothy Treadwell es un caso extremo de muchos vicios de algunas facciones del movimiento ecologista contemporáneo: la humanización injustificada de los animales, el doble estándar frente a la civilización moderna (culparla por todos los males, pero usar sin rubor sus productos), las teorías conspirativas, la ignorancia sobre lo que se está defendiendo, el elemento pseudorreligioso, la emoción por encima de la razón.

Notas

  1. No sale cuando el oso se come a Treadwell. La cámara, aunque estaba prendida, tenía la tapa de la lente puesta. Supuestamente se grabó el sonido, que Herzog escucha en cuadro; aunque nunca lo vemos de frente, se ve por las lágrimas de su entrevistada, Jewel Palowak, ex novia y sucesora de Treadwell en la fundación Grizzly People que él creó, que lo registrado en audio lo horroriza y decide no ponerlo en su documental.
  2. La crítica de cine Fernanda Solórzano publicó una reseña en el número de junio de 2006 de Letras Libres.
  3. Aunque pasó una semana en la cartelera de Guadalajara, Grizzly man ya está disponible en DVD.
  4. Agregado el 07/08/2006: Parece ser que Treadwell no hacía lo que hacía por lucro. Si recogía dinero a través de Grizzly People, o de algún otro lugar, muy seguramente tomaba un mínimo para él; en el documental no dicen nada de que viviera particularmente bien ("fue una de las personas más pobres que he conocido", dice Marc Gaede, ecologista). Treadwell presumía de ir a las escuelas a contar sus experiencias con los osos sin cobrar por ello.

33 comentarios:

Xiuh dijo...

El señor era un imbécil. Ningún biólogo interactúa con su sujeto porque se alteran las observaciones. El no hacía ni documentales ni investigación, era un payaso que grababa las idioteces que hacía con un animal salvaje. Por mas tiernos, bonitos y amigables que se vean los animales no hay que olvidar que son animales salvajes, que no ven el mundo como nosotros lo vemos y que no van a reaccionar como esperamos.
Excelente tu punto de comparación con los charlatanes: Payasos con una camara jugando a hacer investigación.
Este hombre también se forró de dinero aporvechando el impulso ambiental que hay en EUA pero a diferencia de Carlos Trejo Y JAime Maussan si jugaba con cosas peligrosas y reales y por eso se lo comieron. Si persigues sombras y máscaras con una cámara tienes el mismo exito comercial pero sin los riesgos
felicidades por el ensayo, muy bueno

mathcons dijo...

ya había oído la historia de este señor. Tengo morbo por oir esa grabación
un abrazo,
Fernando Velázquez

Richal dijo...

Esa actitud hacia "la naturaleza" es realmente preocupante. El bombardeo del ecologismo políticamente correcto hace creer a los de ciudad que la naturaleza salvaje es como una especie de paraiso perdido.

Me recuerda a un amigo mío cuando, en una visita a un parque natural de la India, se nos cruzó una manada de elefantes salvajes. Mi colega se fue derechito hacia ellos para verlos de cerca, y lo tuvimos que retener. A base de ver elefantes domesticados tenía la errónea percepción de esos bichos como criaturas tranquilas y amigas de los humanos...

jose dijo...

Precisamente hace dos domingos paseando por la carretera nacional (aca en Monterrey) un amigo se acerco a un simio, un "changuito" muy simpático (ignoro de que especie de primates), el monito estaba atado en la caja california de una camioneta, mi amigo se acerca y me dice "mira que mono".
Creo que esto no le agrado mucho al chaparrito animal porque lo agarro del cabello y le puso una tremenda sarandeada (jajaja, no puedo evitar reir ante el recuerdo). En fin, no sé hasta que punto estos animales y otros puedan ser domesticados.

Saludos Pereque.

Unknown dijo...

Yo también estoy de acuerdo en la imbecilidad de Tredwell.

Otro aspecto que se discute mucho del documental, este sobre Herzog, es si debió incluir los 6 minutos de audio (quizá habría alcanzado clasificación de pelicula de horror en lugar de documental: lo que es seguro es que más gente la vería).

También creo que este es un ejemplo valioso de los inconvenientes de ir por la vida con una visión tan antropocentrista. Quizá sea lo único rescatable de la vida de Tredwell además de algunas horas de video de osos en las que no salga él metiendo su cuchara cursi y autoengañada.

dull dijo...

Habria que ver como se financiaba este tipo o si el mismo cubria sus gastos.
En caso de que viviera del financiamineto de alguna institucion entonces el tipo era un timador.

Si por el contrario su sutento lo obtenia de otra manera y se codeara con osos por gusto , entonces el tipo era un enfermo mental. Alguien que percibia la realidad distorcionada.

Al menos su vida sirvio para insertarla en el filme de "erzo" y entretenernos un rato.

saludos.

Ada Pantoja dijo...

Querer ser un oso es un exceso...

Se me ocurre la posibilidad de que haya planeado que él y su novia fueran comida de oso como algun tipo de ritual para transformarse en futuros osos.

De todas maneras el Señor Chocolate los hizo cajeta.

Kix dijo...

Según lo cuentas, pareciera que Timothy encontró una razón para darle a su existencia. No se le puede culpar de eso, sino de llevarlo al extremo, es decir, de perder piso, ignorar la cruda realidad. A mí me sorprende cómo es que convenció a su novia de seguirlo en sus pasos.

Y probablemente dicho documental lo pinte como héroe, como una persona que sigue sus ideales, es decir admirable :-S

Kix dijo...

Me recuerda un poco a los rebeldes sin causa de Suecia, por ejemplo, las sectas que se dedican a incendiar iglesias. Pareciera que su vida es tan insoportablemente plana que requieren darle chispa de alguna manera. Te aseguro que si tuvieran broncas de inseguridad, contaminación, tráfico, pobreza, ni lejanamente pensarían en eso. Se crean sus infiernitos.

Antonio dijo...

Saludos Pereque:
No había escuchado sobre esta película. Me recuerda un poco la de "gorilas en la niebla" que estuvo de moda en los 90's. Cuando ví esa película, la actitud de la protagonista me pareció algo fanática al final. También me hizo pensar en Rousseau y la idea de que en la naturaleza todo es bueno, que tan exitósamente ha sido explotada por los médicos naturistas.

Por cierto ¿Sabes sí alguien a nominado a este señor para los premios Darwin?

Un Abrazo

Sentido Comun dijo...

Muy buen ensayo pereque, esto es lo tuyo.

Puedes hacer interesante un tema plano.

Saludos

Pereque dijo...

¡12 comentarios de 12 personas diferentes!

1. Parece ser que Treadwell no hacía lo que hacía por lucro. Si recogía dinero a través de Grizzly People, o de algún otro lugar, muy seguramente tomaba un mínimo para él; en el documental no dicen nada de que viviera particularmente bien ("fue una de las personas más pobres que he conocido", dice Marc Gaede, ecologista). Treadwell presumía de ir a las escuelas a contar sus experiencias con los osos sin cobrar por ello.

2. Como dije en el texto, nadie consideró la muerte de Treadwell como una tragedia, excepto tal vez Jewel Palowak y compañía. Y como no es una tragedia, Treadwell tampoco es un héroe. Herzog no pinta muy bien a Treadwell, de hecho empieza diciendo que su cinta es la historia de un hombre que cruzó una línea que no debía cruzar. Herzog lo valora mucho más por algunas secuencias de sus cintas que por su "trabajo" con los osos.

3. Amie Hughenhard, según Grizzly man, no quería ir a Katmai. Supongo que el amor hace cosas extrañas...

Gracias a todos por los comentarios y nos leemos luego. P.

Pereque dijo...

Bueno, son 11. Pero me emociona igual. :) - P.

Anónimo dijo...

Como Antonio, también recordé la historia de Dian Fossey, en cuya vida está inspirada la película "Gorilas en la niebla" (que por cierto no he visto). Ella no era bióloga, sino que en un viaje a África conoció al paleontólogo Louis Leakey que estudiaba a los gorilas y él la introdujo a ese mundo. Si bien es cierto que logró atraer la atención hacia la amenaza de extinción de estos animales, también es cierto que en un punto perdió toda racionalidad, lo que la indujo a irse a vivir con los gorilas y, después de que cazadores furtivos mataron a uno de los especímenes con los que había logrado mayor cercanía, ella misma empezó a "cazar" a los cazadores, hasta que fue asesinada en 1985.

Esta historia contrasta con la de Jane Goodall (Premio Príncipe de Asturias, entre otro muchos), que también fue inducida al estudio de los chimpancés por el mismo Leakey, no obstante, lo hizo con una visión muy diferente a la de Fossey.

Y un dia.... dijo...

algo parecido le paso a Monserrat Oliver de Las hijas de la madre tierra, una leona le arranco un pedazo del indice derecho por andar jugando con animales salvajes, en un intento de reportaje la semana pasada.
y todavia hubo gente que queria sacrificar a esa leona, un animal pacifico que vive en su jaula con un perrito.

Todos necesitamos un motivo religioso, algo sacro a que dedicar nuestras vidas; los frances de antaño cambiaron a Dios por la Razon, y terminaron creando cultos extravagantes con canticos y odas de alabanza a la Ciencia.

V.S.Ramachandran habla de un experimento que realizo, en el cual estimulando una zona del cerebro logra producir un extasis religioso en el sujeto a prueba. Se pregunta si estaremos cableados neuronalmente para creer en Dios. Yo a veces pienso que ese circuito es el que usamos de niños para conceptualizar a nuestros padres, pero quien sabe.
saludos Pereque.

Pereque dijo...

¡Bienvenido, Hildebrando!

Según Wikipedia, la película exagera el carácter de Fossey. También parece que sí tenía entrenamiento en ciencias biológicas.

Saludos, P.

isis dijo...

Excelente blog!

Anónimo dijo...

Pereque: Gracias. La película no la he visto, hasta donde sé, antes de ese famoso viaje a África, Fossey trabajaba con niñ@s de lento aprendizaje y su entrenamiento corrió a cargo de Leakey.

Anónimo dijo...

Felicidades por el esfuerzo a contracorriente, ¡ojalá hubiera más escéptic@s en este mundo!

Antonio dijo...

Saludos,

Me quedé con la duda y me dí una vuelta por:

http://www.darwinawards.com/

Y no encontré menciones a este caso.

Aun...

Un Abrazo

Pereque dijo...

Isis: ¡Bienvenida!

Hildebrando: ¡Lléguele, que uno no necesita gran cosa! Nomás saber leer, saber sumar y saber algunas reglas de lógica.

Antonio: Habría que postularlo. :P

Saludos, P.

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Pese a los argumentos arrogantes, y en el fondo estúpidos, de algunos de tus lectores, prefiero mil veces que exista gente como Timothy Treadwell, que lleve dentro un mundo, o un universo, dentro del cual nosotros nunca entraríamos, aunque alcancemos a deslumbrarnos con sus soles.

Antonio dijo...

Fe de erratas:

Yo rebuzné "Por cierto ¿Sabes sí alguien a nominado a este señor para los premios Darwin?"

Cuando debí poner "Por cierto, ¿Sabes sí alguien ha nominado a este señor para los premios Darwin?

Erat: entiendo que prefieras a gente como Timothy Treadwell pero debes entender que la probabilidad de que existan es cada vez más baja si hacen de su modo de vida la razón de su muerte, o si mueren haciendo el oso. Es igual.

Pero al final, no sé. Tal vez es un caso como el de los homosexuales, que, pese a ser un grupo que no puede reproducirse, aumenta su número continuamente

Un Abrazo

Antonio dijo...

Debo aclarar que no tengo nada contra los homosexuales ni contra ningún grupo de ningún tipo de preferencias políticas, religiosas, sexuales, y demás eccéteras

Un Abrazo

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Buen comentario humorístico el de Antonio. You make my day.

Pereque dijo...

E. H.: Supongo que los comentarios arrogantes y estúpidos son las muchas afirmaciones de que el tipo "tenía pedos" (dijera mi hermano), un juicio con el que estoy más o menos de acuerdo. Y la razón por la que el tipo "tenía pedos" es que perdió contacto con la realidad y la subordinó a su visión romántica.

Si tenemos que sacar una moraleja de esta historia (aparte de la muy obvia de "los osos comen gente") sería que debemos ser muy cuidadosos y críticos con nuestros sueños/misiones/luchas, no vaya a ser que terminen devorándonos.

Saludos, P.

Anónimo dijo...

Creo que ver la cinta de Herzog como un documental, habrìa que pensarla como una biografìa interior de Treadwell. Creo que màs que rebelarse contra la civilizaciòn, Treadwell se buscaba a sì mismo, y esto no quiere decir que el tipo estuviera loco o fuera un imbècil, pues es asì como ahora llamamos a los iluminados

Anónimo dijo...

¿El oso se lo comío por detrás? ¿Primero, lo folló y luego lo devoró?

Pereque dijo...

Esteee... no, sólo se lo comió. (Si se lo hubiera follado tal vez sólo lo habría matado pero no comido.) - P.

Anónimo dijo...

El que escribio la critica del "Hombre Oso" deberia recordar si es que alguna vez lo supo, que los lectores esperamos una critica en base a los valores cinematograficos del trabajo en cuestion y no las estupidas ideas acerca de la moralidad que el cree ver en la pelicula, que mas alla de si son ciertas o no, evidencian las limitaciones cinematograficas del señor o señora que escribio dicha critica.

Anónimo dijo...

A ver si ahora sí puedo poner un comentario. En los últimos días ha sido imposible. Me imagino que es alguna bronca con el Java...

A ver si con este caso, lo de Steve Irwin (salió un chiste que decía "he needed a better ray blocker" o algo así) y el tigre de Siegfried y Roy (¡Que era domesticado!) la gente aprende aunque sea un poco a tenerle respeto a las fieras (animales... los casados aprenden con las del otro tipo con la práctica).

Gran culpa la tienen Disney y demás divulgadores de caricaturas de animalitos cursis, siendo en mi opinión el peor ejemplo de todos "El Rey León"... Eso y el hecho de que la mayoría en la actualidad nos criamos en ambientes urbanos en los que no nos exponemos a animales grandes. Una vaca o un caballo son bastante peligrosos.

Y que no salgan con la jalada de que su relación con los osos "le sirvió para darle significado a su vida". No por servirle en la práctica dejó de ser negativo y peligroso a la larga. Otros ejemplos de un enfoque semejante: la religión, alcohólicos anónimos y similares, corrientes místico/magufas como el new age/naturismo. ¿Cuál será más peligroso? No es cosa pequeña el ser engañado con la esperanza de un mundo futuro (que no existe), y beneficios en esta vida (que llegan sólo en una minoría de los casos) en algunos casos involucrando fraudes monetarios y daños físicos, y requiriendo la aceptación de una mentalidad simplista y poco crítica... Las semejanzas son asombrosas ¿No?

Anónimo dijo...

Hildebrando: ¿Diane Fossey no era biológa? Si te refieres a que no estudio la carrera como tal, pues quizá hay una razón, pero si era biológa por que simplemente aporto conocimiento y obtuvo mas tarde sus doctorado en Zoología. Si además no vamos a que un biológo estudia la etología (¿Si sabes que es eso o no?) de un organismo. Es un comentario bastante ingenuo de tu parte.
Para el autor del blog: ¿Te parece estupido que le pongan a un Oso: Señor chocolate?, Y no te parece estupio que tu blog tenga un nombre tan mas tonto "La corte de los milgaros" que ni siquiera el mismo Randi usaria?

Anónimo dijo...

Todos los seres humanos nos ponemos limites, que claro son limites que nos imponen desde niños.Y en este documental nos muestra a un ser humano que perdio ese limite y la verdad le don todos mis respetos. El tenia que morir para ser tomado en cuenta al igual como le paso a muchos que cruzaron es limite.