Los días 21 y 22 de octubre se llevó a cabo en la ciudad de México el Cuarto Congreso Internacional de Terapias Florales. Nada particularmente interesante. El día 19, apareció en La Jornada una nota alusiva al tema. Nada particularmente inusual, ya estoy resignado a que los periódicos hagan eso de vez en cuando. El día 20, apareció en La Jornada otra nota sobre terapias florales. Ah caray, algo raro está pasando aquí. El día 22, volvió a aparecer otra nota sobre ese mismo congreso. Definitivamente algo está pasando. Y los dos días siguientes, uno tiene que chutarse una cuarta nota sobre el congreso y una quinta sobre un taller de terapia floral.
Tres de estas notas están firmadas por Mariana Norandi, quien parece ser la reportera especialista en "vida alternativa" de La Jornada. (Norandi también entrevistó a Roberto Oscoy, el iridólogo - cuántico - altermundista que critiqué hace algún tiempo.) La firma de las otras dos notas es muy interesante y muy preocupante. Ahora voy a justificar una diatriba.
Jueves 19
Norandi dedica su primera nota a entrevistar a Clara Huacuja, miembro del Centro DelSer, uno de los organizadores del Congreso de Terapia Floral. Norandi empieza así:
Ente [sic] las muchas bondades que tienen las flores existe una que, si bien no es la más reconocida, representa una de sus cualidades destacadas: su poder curativo.
No estoy seguro de que esa frase tenga sentido. Aunque no tenga sentido literal, sí nos dice algo: aquí no vamos a ver ningún análisis crítico de las terapias florales. No señor, esto va a ser completamente complaciente para que deje de empastillarse y vaya por sus florecitas. Por donde lo vea, es un pésimo comienzo.
Leyendo la nota de Norandi nos enteramos que el tema principal del Congreso es la terapia floral en el tratamiento de cáncer y trastorno bipolar. Lo que hay de interesante en la nota son dos veladas confesiones o cuando menos declaraciones chuscas sobre las terapias florales. La primera: "La terapia floral influye en el aspecto emocional y sicológico del individuo, y su consumo es totalmente inocuo." Traducción: "la terapia floral es pura sugestión". Continúa diciendo que la terapia floral no es incompatible con la quimioterapia (¡qué alivio!) y que la quimioterapia sirve contra el tumor, pero no contra las emociones negativas que el paciente tiene a causa del tumor; ahí es donde entran las florecitas. A como entendí, la terapia floral, entonces, está más cerca de la psiquiatría que de la medicina real.
La segunda: Huacuja se lamenta de que la terapia floral no sea más aceptada por la medicina científica, que tiene la idea de que es una charlatanería sin fundamento científico. Y dice:
[...] Desgraciadamente, cuando hubo un boom de las medicinas alternativas surgieron muchos charlatanes que las desprestigiaron. Pero esta terapia no es para lucrar. Una consulta cuesta entre 200 y 300 pesos e incluye las flores por un mes. En cuanto a la base científica, las flores, usándolas, se defienden por sí solas.
Pues yo sigo sin ver la base científica de la terapia floral. Para que se vayan enterando los terapeutas florales, "base científica" es, entre otras cosas, un conjunto grandecito de estudios doble ciego y aleatorizados de eficacia clínica que demuestren que la cosa cura más que un placebo, un modelo del funcionamiento de las flores susceptible de ser probado en laboratorio y compatible con el corpus contemporáneo de medicina, fisiología, biología y química...
Viernes 20
Ésta es la primera de las dos notas que no están firmadas por Mariana Norandi. La pluma responsable es la de (redoble de tambores) ... ¡Clara Huacuja, terapeuta floral de DelSer, entrevistada el día anterior por Norandi! Y no es la primera vez. En los archivos de La Jornada aparecen otras colaboraciones de Huacuja con ese diario, todas sobre terapias alternativas y especialmente sobre terapia floral.
De modo que la "experta" Huacuja entrevista al "experto" del Congreso de Terapeutas Florales y doctor en psiquiatría Eduardo Grecco. Una organizadora de un congreso está entrevistando a otro organizador del mismo congreso. No se puede esperar imparcialidad u honestidad aquí. Dice el doctor Grecco:
De acuerdo con el reconocido siquiatra argentino, "la causa de nuestros síntomas y padecimientos puede encontrarse en las emociones". Son "códigos que se traducen en pautas orgánicas: si la vergüenza se traduce en enrojecimiento de la cara, podemos pensar que todo el organismo funciona así" A cualquier edad y en cualquier momento de la vida, "toda falta de amor produce miedo, y exactamente ahí donde no pudo descargarse esta frustración surge el síntoma de una enfermedad".
Eso de que me puede dar cólera (infección por Vibrio cholerae, no ira) por falta de amor no me suena correcto. La falacia del origen mental/espiritual de la enfermedad es casi una verdad absoluta e incuestionable en toda la pseudomedicina, no nada más de la terapia floral. De hecho, el discurso de Grecco se vuelve a ratos tan genérico que puede adaptarse a casi cualquier terapia alternativa que se le ocurra. Vea usted este párrafo de ejemplo:
Las medicinas comunes en estos casos son para controlar ese "encendido, bloquean la dopamina que está en la base del trastorno, pero también bloquean la creatividad, el buen humor, el placer sexual. Aquí [*] dan el beneficio de bloquear la dopamina y la serotonina, sin suprimir la fuerza creativa: el paciente puede seguir teniendo una vida placentera, con plena conciencia".
En donde va el asterisco decía "las flores" en el original, pero en su lugar le puede poner cualquiera de éstos y el párrafo queda igual de coherente:
- los remedios homeopáticos
- los chiqueadores de ruda
- los puntos de acupuntura
- las posturas de yoga
- los ángeles
- las runas
- las mascotas
- los Choco Roles
- los Cariñositos
- los políticos del Partido Nueva Alianza
No vale la pena seguir con Grecco.
Domingo 22
Norandi inicia la crónica del Congreso. La estrella: Nancy Cabrera, directora de Medicina Natural y Tradicional de Cuba, que nos dice que 1 de cada 10 cubanos recibe los "beneficios" de la terapia floral; que los cubanos no tuvieron dificultades en aceptar la terapia floral; que la terapia floral está incluida en los planes de estudio de medicina en Cuba; que las terapias florales sirven para tratar todo tipo de enfermedades, "por ejemplo, para trastornos sicosomáticos o enfermedades no transmisibles como el asma bronquial, la hipertensión, males cardiovasculares, neurológicos, diabetes o enfermedades dermatológicas"; que se venden hasta en las farmacias; y que la razón principal de la adopción de la terapia floral por el sistema médico cubano fue el bloqueo estadounidense. Ah sí, y desde luego, que todo está científicamente comprobado y que el caso cubano es un modelo a seguir.
De modo que el gran éxito sanitario de Cuba que tanto alaba cierto segmento de la izquierda nacional e internacional está construido a base de florecitas, placebos y discursos pseudocientíficos genéricos. ¿Cree usted cualquier cosa que venga de un régimen totalitario como el de Cuba?
Lunes 23
El encabezado dice "Expertos descartan placebo con la terapia floral". Vamos a poner bien en claro esto: la terapeuta floral Alejandra Valdez (¡aaah!), creadora de un sistema floral basado en las plantas mexicanas ("Elíxires Aztecas, el cual consta de 60 esencias florales, entre las que incluyen el peyote, la plata y el ónix", sic) dice que investigadores de la Universidad Panamericana (¡oooh!) dicen que las ratas disminuyeron su tensión al ser sometidas a terapia floral (¡guau!). Y ya. No sabemos quiénes son estos investigadores, no sabemos cuándo ni dónde publicaron su estudio, ni mucho menos sabemos cómo se realizó el estudio. Así que este estudio fantasma no prueba nada. Es más, si hacemos caso a lo declarado por Huacuja hace cuatro días, que las esencias florales "se disuelven en un poco de alcohol" (Norandi, 19/10/2006; ¿cuánto es "un poco"?), lo raro sería que las ratas no se relajaran.
Poco después, la dupla Norandi-Valdez produce una joyita de la divulgación pseudocientífica:
Esta ha sido una de las investigaciones que la terapeuta lleva a cabo para lograr, en un futuro cercano, que las autoridades de salud y educación reconozcan la terapia floral como un método efectivo de curación. Su sistema floral actúa en el plano emocional, mental y físico "porque el cuerpo es una manifestación de la conciencia".
Siento que no debería explicarlo. Por un lado, Valdez dice que va a demostrar científicamente que su terapia funciona. Por otro lado, cuando explica cómo "fununcia" su terapia, sale con el choro holístico-místico-espiritual-charlatanesco común a toda la pseudomedicina. Bravo.
También habla de los "éxitos" de otros terapeutas florales mexicanos, que no glosaré. Norandi termina así:
A este congreso acudieron alrededor de 400 personas y su próxima versión está emplazada para dentro de tres años, aunque aún se desconoce el país anfitrión. En tanto, a partir de hoy y hasta el próximo domingo, en el Centro DelSer [...] se impartirán una serie de talleres, ofrecidos por los ponentes del congreso, con la finalidad de profundizar en los temas tratados. Para mayor información en las páginas [...], o en los teléfonos [...].
Empezó mal y terminó peor. Norandi cierra con publicidad descarada idéntica a las presentaciones de charlatanes de cuarta en la tele. Censuro los domicilios, URLs y teléfonos porque me niego a hacerle publicidad a esa gente.
Martes 24
Ya había terminado el borrador en mi casa cuando al día siguiente (o sea hoy) leo La Jornada y descubro con horror otra nota de Clara Huacuja sobre un taller de terapias florales con Teresita Prieto, creadora del sistema floral chileno. Según ella, ha trabajado en diversos hospitales chilenos donde ha comprobado (científicamente, de seguro) que "los remedios florales alivian la carga emocional de cualquier enfermedad y encaminan a la persona hacia su curación".
Para demostrar de una buena vez por todas que aquí nadie tiene moral ni vergüenza, Huacuja se dedica al autobombo:
La preparadora de las "esencias del desierto florido" visita México como ponente del Congreso de Terapeutas Florales, que tuvo lugar el fin de semana, y dará un taller sobre sus flores mañana en DelSer [...]
¿Sí se acuerda que Huacuja trabaja para DelSer, verdad?
Conclusión
Algo huele a podrido en la sección Sociedad y justicia de La Jornada. Las cinco notas son completamente favorables a la terapia floral, pintándola de forma acrítica como toda maravillosa, milagrosa y "científicamente demostrada". No vemos ni una sola vez ni una opinión de representantes de la medicina científica para aunque sea confirmar la opinión que tienen de la terapia floral. Los últimos párrafos de las dos últimas notas son particularmente insultantes: sólo incrementa las sospechas de que Norandi o alguien más arriba se vendió al Congreso de Terapia Floral o a DelSer para presentar tan amable visión de esa disciplina. (En lo personal, creo que Norandi cree sinceramente en la terapia floral.)
No es posible que un minúsculo congreso de una terapia alternativa exótica merezca que un diario le dedique una nota diaria durante cinco días. Lo peor es que estamos hablando de La Jornada: un diario pionero en México en la divulgación científica, famoso por sus suplementos de excelente calidad, muy especialmente del (desaparecido) Lunes en la ciencia. Por eso duele ver en un periódico así un publirreportaje descarado y deshonesto de una de las pseudociencias más peligrosas, porque juega con la salud y la vida de las personas.
Referencias
- Clara Huacuja, "Las flores, opción contra las enfermedades", en La Jornada, sección Sociedad y justicia. México, 20 de octubre de 2006.
- —, "Se comprobó en hospital de Chile eficacia de terapias florales: experta", en La Jornada, sección Sociedad y justicia. México, 24 de octubre de 2006.
- Mariana Norandi, "Congreso internacional difundirá las propiedades curativas de las flores", en La Jornada, sección Sociedad y justicia. México, 19 de octubre de 2006.
- —, "Combaten en Cuba déficit de fármacos con la terapia floral", en La Jornada, sección Sociedad y justicia. México, 22 de octubre de 2006.
- —, "Expertos descartan efecto placebo con la terapia floral", en La Jornada, sección Sociedad y justicia. México, 23 de octubre de 2006.