La imagen de la Virgen de Guadalupe en la Basílica del mismo nombre en la ciudad de México es posiblemente el objeto religioso más venerado del país. El mito de la aparición milagrosa de esta imagen es en buena parte fundamento de su estatus sagrado. Como imagen creada por el mismísimo Dios Padre Todopoderoso, los apologistas de esta imagen han querido ver portentos racionalmente inexplicables en esta imagen. Una de esas supuestas propiedades milagrosas es que el manto mostraría las constelaciones visibles durante el 12 de diciembre de 1531.
Aparentemente, el "descubridor" de tan sorprendente milagro fue un personaje de nombre Juan Homero Hernández Illescas, médico de profesión. Parece ser que la conjetura de Hernández Illescas partió de una afirmación menos conocida: que la túnica de la Virgen sería un mapa del centro de México, con origen en el cerro del Tepeyac, sitio de la aparición. Esta hipótesis fue sostenida por el presbítero y estudioso del náhuatl Mario Rojas Sánchez. Hernández, aparentemente, dedujo que si la túnica era la tierra, el manto debía ser el cielo; luego entonces, las estrellas debían corresponder a estrellas reales, visibles desde el Tepeyac en diciembre de 1531.
He aquí los patrones que encontró Hernández Illescas, tal y como se reproducen en diversas publicaciones pías:
(las abreviaturas se explican al final)
A partir de Hernández Illescas, se ha repetido hasta el cansancio que esta disposición es tan exacta que simplemente no pudo ser producto del azar. El mismo Hernández Illescas comparó pinturas virreinales de la Virgen y no encontró una sola copia con la disposición de las estrellas en el manto. Esta afirmación sólo prueba que ningún pintor de la época pudo o quiso hacer reproducciones exactas de la imagen.
Para los creyentes, saber de esto les producirá asombro o admiración y quedarán más convencidos de algo que ya "sabían". Lo aceptarán sin chistar, porque ellos ya "saben" que la imagen es milagrosa y divina. En cambio los que no creemos por supuesto que vamos a dudar, y vamos a buscar pruebas. La forma más contundente de corroborar este milagro es buscar un plano celeste con el lugar y la fecha adecuadas, y cotejar las estrellas en el manto con las estrellas en el plano para ver qué tan cierto es que el manto de la Virgen tiene constelaciones. Hay que buscarlo porque no parece haber muchos trabajos aparicionistas donde ese plano celeste aparezca junto con el manto.
Hay generadores de mapas celestes para todos los gustos y necesidades. Es deseable uno que permita generar mapas de cualquier fecha en la historia, aunque los mapas para una misma fecha de cualquier año son casi idénticos (excepto por los planetas), así que puede usar un plano del 12 de diciembre de 2008 para cotejar; o mejor, un plano del 21 o 22 de diciembre, fechas del solsticio. (Las apariciones ocurrieron antes de la reforma del calendario gregoriano en 1582, y en ese entonces los equinoccios y solsticios ocurrían diez días antes respecto a nuestras fechas tradicionales; por eso en la literatura aparicionista es común encontrar que el 12 de diciembre fue el solsticio de invierno, afirmación que es correcta.)
He aquí el cielo desde el cerro de Guadalupe en diciembre de 1531, a las seis de la mañana. Con amarillo están marcadas las estrellas en el manto:
Algunas aclaraciones:
- La fecha que usé es el 22 de diciembre de 1531, porque Heavens Above parece considerar como válidos los días perdidos con la reforma gregoriana de 1582.
- El plano está volteado horizontalmente, para que ajuste mejor con las figuras en el manto. Normalmente, los planos celestes tienen volteado el eje este-oeste porque están simulando la vista hacia arriba. En cambio, los objetos en el manto estarían simulando la vista hacia abajo y tienen el eje este-oeste como en los mapas geográficos.
Veamos qué pasa cuando dejamos únicamente las estrellas tanto de la Virgen como del plano celeste sobre un fondo oscuro, y rotamos el plano celeste para que medio quede en la misma orientación que la Virgen (quité las tres estrellas de la esquina inferior izquierda de la Virgen, por razones que se explicarán enseguida):
En verdad hace falta tener mucha fe para decir con la cara seria que realmente existe una correspondencia "exacta" entre el manto de la Virgen y el cielo nocturno. La constelación de Tauro, que Hernández Illescas y los que comparten sus ideas dicen que está en el manto, no aparece en el plano. (Es muy difícil que Tauro y Escorpio salgan al mismo tiempo en el cielo: las dos constelaciones están en regiones opuestas de la eclíptica. Pero puede intentar hacer un plano donde sí salgan.) La estrella solitaria que dicen que es el Can Menor (o más concretamente Procyon, α Canis Minoris) y que estaría del lado derecho / sur del manto está más cerca de las estrellas que salen del lado izquierdo / norte. La correspondencia es tan forzada que no existe.
Quisiera proponer una solución alternativa para el arreglo de las estrellas en el manto de la Virgen:
Las estrellas están dispuestas en cuadrícula. Que la cuadrícula no sea regular puede explicarse porque el pintor quiso imitar el manto cubriendo el cuerpo de María, y para eso algunas partes de la cuadrícula se deforman. O bien, puede que no exista ningún arreglo particular: el autor de la imagen simplemente quiso distribuir estrellas más o menos uniformemente sobre el manto.
Por si esto no fuera suficiente, hay evidencia de que las estrellas son añadidos humanos posteriores al siglo XVI. En un estudio que a los aparicionistas les encanta mencionar, Phillip Serna Callahan y Jody Smith tomaron imágenes con cámara infrarroja al manto para detectar las capas de pintura o los dibujos preliminares que pudiera haber. Lo que la dupla Callahan-Smith encontró fueron varias adiciones, correcciones y retoques sobre un "sustrato original"; los aparicionistas interpretan esto como que en el principio hubo una imagen original "inexplicable" que fue retocada y embellecida en siglos posteriores ad majorem Virginis gloriam.
Uno de esos retoques son precisamente las estrellas. Callahan y Smith no pudieron reconocer el pigmento usado, pero sugirieron que era "tierra natural ocre con hidrato de alumina [sic]" (La Virgen de Guadalupe, p. 14). Lo que sí concluyó fue que las estrellas están entre los elementos más recientemente añadidos, posiblemente a inicios del siglo XVII, por estar encima de las otras capas de pigmentos. Una persona intelectualmente honesta concluiría de eso que las estrellas no son parte de la aparición original, y no pueden tener un origen, distribución o mensaje divino. Por lo general, los aparicionistas no niegan los resultados de Smith y Callahan, así que no pueden aceptar al mismo tiempo las constelaciones del manto, a menos que desconozcan el estudio de Serna o de plano mientan u oculten datos con mala fe.
Antes había tocado el tema de las supuestas alineaciones astronómicas en monumentos antiguos, partiendo de la no alineación de Manhattan. Las estrellas de la Virgen son otro aspecto del mismo fenómeno. Dado un conjunto cualquiera de puntos, alguien, en algún momento y lugar, encontrará que al menos un subconjunto de puntos presenta cierta correspondencia con estrellas, rasgos faciales, accidentes geográficos o cualquier otra cosa. Este "milagro" es producto de la apofenia (la tendencia de la mente humana a ver patrones y significados donde hay sólo azar; la pareidolia es un subtipo de apofenia) de los aparicionistas, que en su celo apologético pretenden encontrar la mayor cantidad de milagros y hechos "inexplicables" y se cuelgan de la más mínima coincidencia, sin importar lo espuria que sea.
Hace algún tiempo, la revista Quo entrevistó al astrólogo Luis Lesur para un artículo sobre este milagro. Reproduzco un pedazo:
Como el cielo es una esfera y los mapas que pretenden representarlos son planos, siempre se requiere de alguna proyección y eso necesariamente implica una distorsión de alguna clase. [...] El autor de la teoría de las constelaciones en el manto no nos dice el criterio que escogió para establecer el grado específico de deformación que aplicó a la bóveda celeste, o si ésta es de uso común entre los astrónomos. Con un poco de malicia incluso se puede sospechar que llegó a ella por medio de la prueba y el error, hasta que las estrellas coincidieron, lo cual no es muy difícil dado su número y tamaño.
Igual que coinciden ciertas constelaciones, pueden ajustarse otras, pero si nos esforzamos, también podemos hacerlas coincidir con las principales ciudades de Europa en un mapa, o con las manchas en la piel de un leopardo. [Quo, 12/2007]
Cuando un astrólogo duda de tu hipótesis y dice que es forzada, es que estás en el hoyo. También puede ser que el astrólogo sea un caradura de antología (después de todo la astrología no es más que un montón de hipótesis forzadas y apofenias), pero ése no es el punto. La objeción de Lesur sobre la (falta de) proyección del manto es pertinente.
Conclusión: si la imagen de Guadalupe es una imagen sobrenatural, las estrellas no lo demuestran, y quien diga lo contrario es ignorante o deshonesto.
Fuentes
Algunas de estas se proporcionan con fines de diversión. Si hay algo más chapucero que un milagro falso, es la teología de sofá tejida a su alrededor.
- Tomás Bermúdez Izaguirre, Las estrellas de la Virgen de Guadalupe, en Arbil no. 101. Foro Arbil, s/f.
- Iván Carrillo, "Claves ocultas del milagro guadalupano", en Quo no. 110. Expansión / Hachette Filipacchi, México, diciembre de 2006.
- Claudia Castro, Trazará constelación imagen de la Guadalupana: astrónomo, en El Universal online. México, 9 de diciembre de 2005.
- Las estrellas del manto, en Guadalupe For You. 26 de abril de 2008.
- Las estrellas del manto de María. Sitio oficial de la Basílica de Guadalupe.
- Andrés Eloy Martínez Rojas, Difieren sobre presencia de constelaciones en manto de la Virgen, en El Universal online. México, 11 de diciembre de 2005.
- La Virgen de Guadalupe: ¿Legado divino o pintura humana?. Colección Nuevo Milenio. 5a ed., Ediciones Paulinas, México, 2007.
Nota: abreviaturas de las constelaciones
Para marcar las constelaciones en los diagramas, se usaron las abreviaturas oficiales de la Unión Astronómica Internacional:
Abr | Nombre latín | Nombre español |
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Boo | Boötes | Boyero |
Com | Coma Berenices | Cabellera de Berenice |
CVn | Canes Venatici | Lebreles o Perros de caza |
UMa | Ursa Major | Osa Mayor |
Dra | Draco | Dragón |
Aur | Auriga | Cochero |
Tau | Taurus | Toro o Tauro |
Oph | Ophiucus | Ofiuco o Serpentario |
Sco | Scorpius | Escorpio o Escorpión |
Lib | Libra | Libra o Balanza |
Hya | Hydra | Hidra |
Lup | Lupus | Lobo |
Cen | Centaurus | Centauro |
Cru | Crux | Cruz del Sur |
CMi | Canis Minor | Can Menor |