El miércoles 11 de abril fue publicado en varios diarios como La Crónica de Hoy o El Siglo de Torreón un artículo de Notimex donde se entrevistaba al ginecólogo Ronald Antonio Alcázar comentando algo sobre cierto estudio estadounidense que demostraría una correlación causal entre el uso de sostenes ajustados y el cáncer de mama.
De acuerdo con el doctor Alcázar, usar sostenes ajustados sí puede tener efectos sobre la salud, como dolores (pero usted no necesitaba a un médico para saber eso, ¿verdad?), reacciones alérgicas, infecciones y en el peor de los casos quistes; pero de ninguna manera un sostén ajustado causa cáncer de mama.
En su momento no le di mucha importancia, pero está circulando una cadena que es la que debió motivar la nota de Notimex. A mí me llegó como presentación de PowerPoint. El texto de la cadena es la siguiente:
Usas brasier todo el día, incluso cuando estás en casa? Duermes con brasier? Creo que todas deberíamos desembarazarnos del brasier después de leer este artículo.
Durante años, decenas de artículos que estudiaban las causas del cáncer de mama señalaban a una mala dieta y a la falta de ejercicio como los principales culpables de la enfermedad que ha matado al mayor número de mujeres en las últimas dos décadas.
Dichos estudios habrían sido Creíbles de no ser por mujeres como Linda McCartney, vegetarianas totales y amantes del ejercicio que también fueron infortunadas víctimas del cáncer de mama.
Quizá el artículo más convincente que haya leído sobre el asunto es el que relaciona al cáncer de mama con el uso del brasier.
En 'Bra and Breast Cancer Study' (Estudio de cáncer de mama y el brasier) de los Estados Unidos, se descubrió que las mujeres con cáncer de mama tenían antecedentes de uso de brasieres más apretados y por más tiempo que las mujeres que no habían desarrollado (todavía) la enfermedad.
De hecho, todas las mujeres con cáncer usaban brasier por más de 12 horas diarias. Cuando una mujer usa un brasier apretado, sus pechos se oprimen y se cierran las vías del pecho a los nódulos linfáticos, lo que provoca la acumulación de líquidos, blandura del tejido y la formación de quistes.
Nuestro cuerpo desecha las toxinas a través de las vías linfáticas. Sin embargo, un pecho constreñido por un brasier ajustado no puede realizar este proceso de limpieza, lo que deriva en anulación de toxinas en los senos.
Los brasieres hacen que los pechos se vuelvan más débiles y esmirriados, porque el pecho se hace dependiente del soporte artificial del brasier y el cuerpo pierde su habilidad por sostener al pecho por sí mismo.
Esta es la razón por la que muchas mujeres se sienten incómodas sin el brasier. Entonces, ¿cuál es la solución al cáncer de mama?
¡NO USES UN BRASIER APRETADO
Y de preferencia, duerme sin brasier. Existe un lapso de tiempo alentador de recuperación de la enfermedad del seno fibroquístico: de diez días a dos semanas sin usar brasier.
¡Muchas mujeres han dejado el brasier y han dejado constancia de una mejora milagrosa en su salud! La quema de brasieres ya no es un acto feminista: ahora es una batalla entre la vida y la muerte.
Debemos hacer que otras mujeres sean conscientes de los peligros de usar brasier.
Pablo Camacho Ferman
GINECOLOGO
Laguna de Hormigas 1107
San Felipe Quinta Etapa
Chihuahua 31240 Chih - México
(614) 413-3351- (614) 414-3177 - (614) 427-0764
Esta cadena es realmente interesante, no como las demás que son estupideces refutables con puro sentido común. Al menos motiva a hacer investigación algo más en serio. Los puntos más importantes para evaluar esta cadena son el estudio en sí y el mecanismo que se ofrece para explicar el vínculo sostén-cáncer de mama.
El estudio
El estudio citado, Bra and breast cancer study, fue elaborado entre 1991 y 1993 (¡hace quince años!) por Sydney Ross Singer y Soma Grismaijer, antropólogos médicos que se inspiraron después de hacer un estudio en Fiji sobre el impacto de la medicina occidental en los nativos de este país melanesio. Casi por serendipia, porque parece ser que Grismaijer llevaba un sostén muy apretado (Singer y Grismaijer son marido y mujer), Singer pensó que, tal vez, un sostén muy ajustado podría comprimir los vasos linfáticos, acumular toxinas y provocar cáncer. El estudio nunca fue publicado en revistas arbitradas. Ignoro si alguna vez fue enviado a alguna. (Pruebe buscando "singer AND grismaijer
" en PubMed.) El estudio sirvió de base para el libro de su autoría Dressed to kill: the link between breast cancer and bras. El contenido del estudio puede deducirse de algunos comentarios y artículos en sitios de medicina alternativa y naturismo.
Singer y Grismaijer hicieron su estudio durante 30 meses con 4700 mujeres de cinco áreas metropolitanas estadounidenses. Todas eran caucásicas, de clase media, de entre 30 y 79 años de edad y unas 2000 fueron diagnosticadas con cáncer. El estudio arrojó que tres cuartas partes de las mujeres que usaban brasier para dormir, la octava parte de las que usaban brasier doce horas o más y una de cada 168 que no usaban brasier fueron detectadas con cáncer.
Revisando listas de factores de riesgo, descubrimos que la muestra entera del Singer-Grismaijer tiene varios factores de riesgo de cáncer de mama: ser de raza caucásica (el mayor riesgo de todos los grupos étnicos, quizá sólo por debajo de las judías askenazíes) y vivir en núcleos urbanos grandes. El uso de sostén se cruza con otras variables: las mujeres mayores han usado sostén durante más tiempo; la incidencia es mayor en Occidente porque el brasier se inventó ahí y es donde su uso está más extendido; las mujeres obesas tienden a usar sostenes apretados. No parece que el estudio haya tomado en cuenta ningún otro factor de riesgo. Eso significa que en realidad es imposible determinar la influencia real del uso de sostenes en el cáncer de mama con ese estudio.
En el mejor de los casos, y pensando bien, parecería que en efecto el uso de sostén podría contribuir al cáncer de mama. Resalto "podría contribuir" porque el mensaje de la cadena, de los sitios altis y aparentemente también de Singer y Grismaijer es que existe una nítida relación causal entre el uso de sostenes y el cáncer. La cadena dice que todas las mujeres que usaban brasier más de doce horas tuvieron cáncer cuando el estudio dice otra cosa. La vaguedad y poco rigor del estudio no demuestran semejante relación causal.
La hipótesis
La explicación de Singer y Grismaijer se basa en la interacción entre el sostén y el sistema linfático de los senos. El sistema linfático es un sistema auxiliar del sistema circulatorio y forma parte importante del sistema inmunológico. Hay una serie de vasos que conectan una serie de nodos llamados ganglios linfáticos que secretan glóbulos blancos cuando se detectan bacterias o cuerpos extraños en la linfa. Los ganglios están concentrados en zonas en los bordes del tronco como el cuello, las axilas o las ingles. La circulación a través de los vasos linfáticos no se hace por bombeo como en las arterias y venas, sino que depende del movimiento y contracción musculares.
La cadena reseña correctamente la hipótesis de Singer y Grismaijer: el sostén aprieta los vasos linfáticos de los senos, impidiendo la circulación de la linfa, los glóbulos blancos y el material de desecho que arrastran. Este material de desecho (que en la cadena y las referencias que consulté sistemáticamente recibe el clásico nombre alti de toxinas) sería el responsable del cáncer.
Alcázar declaró a Notimex que esa acumulación de toxinas sí puede causar fibroquistes, una de las más comunes afecciones de los senos. En las referencias altis y en la cadena parecen tener la idea de que cualquier bultito es canceroso. Singer y Grismaijer no hacen esta declaración explícitamente, pero sí vinculan de alguna forma los fibroquistes con el cáncer. En su artículo del Journal of the American Naturopathic Medical Association, citan experiencias de recuperación de fibroquistes y estudios sobre el efecto de los sostenes en el sistema nervioso autónomo como soporte para su hipótesis. Estudios más serios sobre el vínculo entre fibroquistes y cáncer de mama, publicados en revistas arbitradas, no han encontrado una correlación causal entre ambas enfermedades. Lo más que se ha encontrado es una relación predictiva entre ciertos tipos de fibroquistes y el cáncer de mama.
Historia de la cadena
Fecha |
Evento |
1991 |
Inicia estudio Breast cancer and bra |
1993 |
Termina estudio Breast cancer and bra |
1995 |
Publicación de Dressed to kill |
Diciembre de 2001 |
Origen de la cadena en inglés |
Abril de 2007 |
Primera aparición de la cadena en español |
Conclusión
No existe una relación clara entre el uso de sostenes (apretados o no) y el cáncer de mama. El estudio de Singer y Grismaijer está mal diseñado y los datos no apoyan las afirmaciones absolutas de la cadena analizada ni de algunos apologistas. Sí es cierto que un sostén apretado puede causar problemas de salud en los pechos, pero eso es más o menos cierto para todas las prendas apretadas (sobre todo los pies), y no se necesita un estudio científico ni pseudocientífico para saber eso. No sólo eso: los problemas causados por el sostén no representan un factor de riesgo adicional para el cáncer.
En pocas palabras, la información de la cadena es falsa y puede descartarse.
Referencias
- "Bras causes cancer?", en BreakTheChain. 27 de diciembre de 2001.
- "Breast cancer", en MedLine Plus. National Library of Medicine / National Health Institute, Bethesda, Maryland, E. U. 21 de octubre de 2005.
- Paolo Bruzzi et al., "Cohort study of association of risk of breast cancer with cyst type in women with gross cystic disease of the breast", BMJ. 1997 Mar 29; 314(7085): 925-8.
- J. E. Devitt et al., "Risk of breast cancer in women with breast cysts", CMAJ. 1992 Jul 1; 147(1):4 5-9.
- Issam Malkhoul, "Breast cancer" en eMedicine. WebMD, Atlanta, 20 de septiembre de 2006.
- Brian Sanderoff y Craig N. Fryer, "A new look at breast cancer", en Your prescription for health. Owings Mills, Maryland, E. U.
- Sydney Ross Singer y Soma Grismaijer, "Bras still cause breast cancer: are your patients dressed to kill?", en Journal of the American Naturopathic Medical Association. Año 9, no. 3. American Naturopathic Medical Association, Las Vegas, octubre de 2005.
- Sydney Ross Singer y Soma Grismaijer, The breast cancer prevention project, en MaryJanesFarm: the art of the egg, MaryJanesFarm, Moscow, Idaho, E. U., junio de 2003.
- William Thomas, A pinch of cancer. Can wearing a bra kill you?, en Chet Day's Health and Beyond.
- "Usar sostén ajustado impide eliminar las toxinas de los senos"", en La Crónica de Hoy, sección Salud. México, 11 de abril de 2006.