"Equinoccio" en el Ixtépete
El 21 de marzo es la fecha "civil" del inicio de la primavera en el hemisferio norte. En México, ya es costumbre que miles de personas hagan acto de presencia en los sitios arqueológicos abiertos al público para "cargarse de energía", en una supuesta recreación de los rituales mesoamericanos antiguos. Aprovechando que este año el 21 de marzo cayó en un día libre, me lancé al Ixtépete, un sitio arqueológico en las orillas de Guadalajara para ver qué onda.
(En algunas fuentes, como los letreros del sitio y el Museo Regional de Guadalajara, aparece la grafía "Iztépete". Esto es más consistente con la etimología aceptada, que la deriva del náhuatl y se traduce como "cerro de obsidiana". A lo largo de este texto, usaré ambas formas.)
El Ixtépete
El sitio del Ixtépete está ubicado a unos 300 metros del cruce entre la avenida Mariano Otero y el Anillo Periférico, al sur del municipio de Zapopan. La zona protegida es de unas 5 hectáreas, aunque es posible que el área total del asentamiento, con todo y zonas habitacionales, haya sido mucho mayor.
A primera vista la zona no luce muy impresionante. Se ve como un pastizal con muy pocos árboles, algunas colinas y montones de piedras. Posteriormente uno nota que las colinas y piedras son en realidad restos muy desgastados de plataformas y muros. Muchas de estas estructuras corresponden a zonas habitacionales o de producción artesanal, pero las dos más notables son estructuras ceremoniales propiamente dichas.
La más grande, la Estructura I, es una plataforma piramidal rectangular de unos 52 por 48 metros en su base, 44 por 36 metros en su cima y unos 6 metros de altura. Hay una plataforma de menores dimensiones anexa en la esquina noreste. A diferencia de la mayoría de las pirámides prehispánicas, la Estructura I tiene las escalinatas hacia las esquinas. Hoy en día sólo la escalinata de la cara sur está en su estado original. La escalinata de la cara este está cubierta por escaleras modernas. Supuestamente había otras dos escalinatas pero se desintegraron. Se cree que en la cima de la plataforma había templos.
La Estructura II, justo al sur de la Estructura I y separada de ella por un pasaje, es bastante más pequeña pero está mejor conservada en conjunto. La Estructura II está organizada alrededor de un patio cuadrado cercado. En el borde oeste, se encuentra una plataforma de acceso de un metro de altura con escalones hacia el patio y hacia el exterior. En el borde este hay otra plataforma de unos cuatro metros de alto, cuya única escalera da al patio cercado.
La naturaleza exacta de la sociedad del Iztépete no se conoce con certeza. Se cree que pudo ser un centro comercial entre la zona de la tradición Teuchitlán, la dominante en el Occidente mesoamericano del periodo Clásico; los pueblos del Bajío, y los centros de la cultura Chalchihuites en Zacatecas. La presencia de talleres y casas sugiere que había una división de clases entre las élites políticas y religiosas y el pueblo llano de artesanos y agricultores.
Se ha querido ver en el Iztépete un sitio periférico teotihuacano. En la Estructura I se encontró un muro anterior que muestra el patrón de talud y tablero característico de Teotihuacán, lo que lo convierte en un sitio único del Occidente mesoamericano. (Una estructura de talud y tablero es aquella en la que la cara inclinada de las pirámides mesoamericanas tiene un remate ancho vertical saliente, y que a veces está resaltado por bordes horizontales.)
Sin embargo, la conexión teotihuacana es muy débil: excepto por el talud y tablero del muro este de la Estructura I, prácticamente no se han encontrado cerámicas ni ningún otro vestigio de estilo teotihuacano. La única otra línea de evidencia a favor era que la actividad en el Iztépete en un principio se fechó entre 600 y 900 d. C., en la recta final de la cultura teotihuacana. Sin embargo, estudios más recientes extienden el marco temporal del Iztépete del año 500 al 1100 d. C.
Una explicación alternativa es que el Ixtépete corresponde a la tradición Teuchitlán, que es contemporánea de las fases iniciales del Ixtépete; y que el talud-tablero del Ixtépete sería una imitación tardía y superficial. Ixtépete no es el único sitio arqueológico de Guadalajara: destaca el predio de El Grillo, en el extremo norte de la ciudad, donde se encontraron varias tumbas de tiro características de la tradición Teuchitlán. (Una tumba de tiro es una cueva artificial donde se ponían uno o más muertos y sus ofrendas; la cueva estaba comunicada al exterior por un pozo o tiro.) Incluso se ha encontrado una tumba de tiro en la zona del Ixtépete.
La primera reseña sobre la existencia del Iztépete fue en 1884, pero se considera que el descubrimiento del Iztépete fue en 1938, cuando un grupo de trabajadores del tranvía lo encontró y lo reportó a las autoridades. Sin embargo, no fue sino hasta 1955 que el INAH comenzó a hacer excavaciones científicas y trabajos de restauración en el Iztépete. Las investigaciones no parecen haber avanzado gran cosa porque la producción documental es algo pobre.
El Ixtépete está bastante deteriorado. La razón principal es que los constructores de al menos las últimas etapas constructivas usaron arcilla común para unir las piedras de los muros exteriores, la que es poco resistente al paso del tiempo y terminó desmoronando las estructuras y exponiendo la tierra del interior. (El muro de talud y tablero expuesto en la Estructura I está mucho mejor conservado que lo demás.)
Al daño del tiempo y los elementos debemos agregar también el poco cuidado de la sociedad en general. El lugar está lleno de grafitis: no sólo la entrada y los anuncios informativos, lo que ya es bastante malo, sino también los muros de las plataformas, lo que demuestra una absoluta negligencia e ignorancia tanto de los grafiteros como de los responsables del Iztépete. El área alrededor de las plataformas principales, donde se presume que estuvieron las zonas habitacionales originales, está completamente cubierta por la urbanización moderna. Por eso, la extensión y población real del Iztépete posiblemente no se conozcan con certeza (al menos hasta que Guadalajara se convierta en ruinas y los arqueólogos del futuro redescubran el sitio).
La conservación y difusión del Ixtépete se ha visto afectada por la falta de interés y presupuesto de los tres niveles de gobierno. Supuestamente, hay planes para 2008 de crear un museo de sitio y restaurar la zona protegida, tanto para facilitar la protección y educación como para crear un atractivo turístico adicional.
Equinoccio
Desde hace varios años, grupos tapatíos New Age y/o mexicanistas han usado al Iztépete como sitio para recibir la primavera. Examinando crónicas de años anteriores, me imaginaba una orgía de magufería, sinrazón y vendimia. Por ejemplo, esto es del Público de marzo de 2005:
Una mujer ha puesto varias estructuras piramidales en el suelo, rodeadas de veladoras con gel de colores; otra, que usa una playera de Krishna, y cachucha de los Phoenix Suns, lee las cartas del tarot. En otra zona, un joven de blanco y lente oscuro, hace limpias y un grupo de metafísica vende cuarzos “ya cargados”.
No vi tarotistas, no vi cuarzos, no vi hinduistas confundidos, o al menos no los vi adentro. Todos los vendedores de pulseras, tambores, botanas y refrescos estaban en la banqueta afuera de la zona protegida. El numerito fue mucho más ligero y consistente consigo mismo de lo que esperaba, posiblemente porque fue organizado y controlado por el Ayuntamiento de Zapopan, que anunció un programa de tono mesoamericano. Adentro estaban una ambulancia, una patrulla, empleados municipales repartiendo agua con logo oficial y folletos turísticos, y los curanderos y grupos folclóricos invitados. Además de todos los visitantes. Sin embargo, las plataformas no parecían estar vigiladas: la gente (sobre todo los niños) subía y bajaba como podía. Aunque el letrero de entrada decía claramente que estaban prohibidos, varias personas estaban paseando a sus perros y montando sus bicicletas.
Hay que reconocer el esfuerzo de difusión cultural. El programa del Ayuntamiento incluía un grupo folclórico que presentó un bailable inspirado en el mito del nacimiento de Huitzilopochtli, aunque al final no se explicó gran cosa y tal vez no fue muy comprensible para los que no supieran la historia de antemano; y como a eso de las 4 se presentó un especialista para hablar de la historia prehispánica de la región.
Había varios chamanes ofreciendo limpias a quien hiciera cola en la cima de la Estructura I. Conté cuatro; pudo haber más. Durante prácticamente todo el día, los chamanes y brujos estuvieron ofreciendo sus servicios en la plataforma. Por razones obvias, los chamanes y sus clientes eran muchos más hacia el mediodía, aunque algunos llegaron algo después.
También por la mañana, había un grupo de danzantes sobre la Estructura I, bailando en círculo alrededor de una ofrenda en la que se veían algunas naranjas y manzanas prehispánicas. Nótese cómo algunos de los danzantes llevan unos muy tradicionales y prehispánicos pantalones hechos de esa tela tan tradicional y prehispánica que creo que se llama "metzclilli":
Como a eso de las doce, llegó otro grupo de danzantes para hacer el recibimiento de la primavera. Muchos de los presentes ignoramos al primer grupo y automáticamente dejamos que los recién llegados coordinaran la "cargada de energía": al sonar los caracoles, se vieron muchas manos abiertas y levantadas y muchas caras de frente al Sol con los ojos entrecerrados. Por lo visto nadie sabía o a nadie le interesó que el equinoccio astronómico había sido 36 horas antes. En cuanto el segundo grupo terminó sus danzas y se bajaron de la Estructura I, se hizo una cola detrás de ellos. No es que fueran los "maestros de ceremonias" oficiales o algo así: los chamanes y el primer grupo de danzantes siguieron en lo suyo como si nada pasara.
Arriba dije que el asunto era consistente, pero dudo que fuera históricamente exacto. Suponiendo que los grupos folclóricos representan fielmente las danzas y rituales aztecas, ¿qué tanto tienen que ver los rituales aztecas con un sitio donde la influencia nahua conocida se reduce a un muro? Si los habitantes del Ixtépete realmente eran nahuas, no es probable que su cultura haya sido idéntica a la cultura azteca porque están separadas por 500 años. Cuando los aztecas entraron al valle de México, el Ixtépete ya había sido abandonado. Pero la pertenencia del Ixtépete a la esfera cultural nahua es dudosa, y por lo tanto, las ceremonias efectuadas en ese lugar tendrían muy poco que ver con lo azteca. Y estoy bastante seguro de que los habitantes del Ixtépete no adoraban a Huitzilopochtli.
Se agradece que el Ayuntamiento de Zapopan haya creado un festival cultural alrededor de la "carga" de "energía" y que alguien haya podido aprender algo sobre el Ixtépete o sobre los pueblos prehispánicos en general, pero no dejó de promover la pseudociencia y la superstición. Es verdad que la magufería hubiera ocurrido de todas formas, pero también es cierto que ese festival legitimó la "carga" de "energía" en el Ixtépete, y creo que eso mata el propósito educativo del festival.
Referencias
Arqueología en el Ixtépete
- Christian Duverger, El primer mestizaje. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes / Instituto Nacional de Antropología e Historia / Taurus / Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2007.
- Hugo Yareed Rubio Navarro, "Pasado prehispánico de Guadalajara: la zona arqueológica del Iztépete", en Grieta, no. 3. Revista electrónica. Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad de Guadalajara, noviembre de 2006 - mayo de 2007.
- "Ixtépete", en Enciclopedia de México. Edición en CD-ROM. Barsa, México, 2004.
Boletines de prensa del Ayuntamiento de Zapopan
- "Zapopan se prepara para recibir el equinoccio de primavera". 10 de marzo de 2008.
- "'Equinoccio de primavera' en el Ixtépete". 18 de marzo de 2008.
- "Vacaciones de primavera: celebran el equinoccio de primavera en el Ixtépete". 21 de marzo de 2008.
Notas periodísticas
- Rafael Gandhi y José Miguel Tomasena, "Danzar para hablar con el viento", en Público Milenio, sección Ciudad y región. Guadalajara, 22 de marzo de 2005.
- Vanesa Robles, "En el Ixtépete, la mística de la primavera, en Público Milenio, sección El tema. Guadalajara, 22 de marzo de 2006.
- "Cientos de personas se concregaron en el Ixtépete durante el equinoccio de primavera", en La Jornada Jalisco, sección Sociedad. Guadalajara, 22 de marzo de 2007.
- Rocío Ramos, "El Ixtépete recibió a los ávidos de energía", en Público Milenio. Guadalajara, 22 de marzo de 2007.
- Jaime Ramírez Yáñez, "El místico día de El Ixtépete", en Público Milenio, sección Ciudad y región. Guadalajara, 22 de marzo de 2008.